La reciente DANA ha devastado la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, dejando más de 160 víctimas mortales, miles de damnificados y una estela de destrucción en múltiples municipios. En esta crónica, repasamos los eventos, las respuestas de las autoridades y el impacto de la DANA en los municipios más golpeados, entre ellos Paiporta, Sedaví y Catarroja, en lo que ya se considera la segunda peor catástrofe natural en España en más de cincuenta años.
Una catástrofe sin precedentes recientes
La DANA de 2024 se ha convertido en una tragedia de dimensiones históricas para la Comunidad Valenciana, dejando cientos de familias sin hogar y comunidades enteras devastadas. Los municipios de Paiporta, Sedaví, Catarroja y otros pueblos de la Huerta Sur, han registrado la mayoría de las pérdidas humanas y materiales, sumando así más de 160 muertes confirmadas y miles de personas afectadas en zonas sin electricidad ni acceso a alimentos básicos.
Este temporal ha generado imágenes desgarradoras que evocan otras catástrofes naturales de la historia de España, como la trágica riada del Vallés de 1962, que dejó 800 fallecidos en la comarca barcelonesa, o el fatídico suceso de Biescas en 1996, donde murieron 87 personas al desbordarse el torrente de Arás en un camping. Hoy, la DANA de 2024 ha superado muchas de estas tragedias en impacto y se sitúa solo detrás de la riada del Vallés en cuanto a número de víctimas.
Paiporta y Sedaví: municipios devastados y clamor por ayuda
Paiporta ha sido uno de los municipios más afectados, registrando el mayor número de fallecidos. Las calles y viviendas de la localidad se encuentran completamente anegadas, y las escenas en las que vecinos piden ayuda desde sus balcones han conmocionado al país. En Sedaví, las inundaciones han sido tan intensas que el municipio se ha convertido en un “cementerio de coches”, con vehículos apilados y calles intransitables.
Vecinos y autoridades locales han lanzado un llamado urgente para que la ayuda llegue de manera efectiva y a tiempo. Muchos residentes han denunciado que la asistencia ha sido insuficiente y que la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha tardado en llegar a algunas de las zonas más afectadas. La necesidad de recursos básicos, como agua y alimentos, es desesperante para miles de personas que permanecen incomunicadas.
Otros pueblos gravemente afectados en la Huerta Sur
Además de Paiporta y Sedaví, otros municipios de la Huerta Sur como Catarroja, Manises, Picaña, Alfafar y Albal han sufrido los efectos de la DANA con una intensidad nunca antes vista. En Catarroja, el agua ha cubierto completamente zonas residenciales, mientras que en Alfafar y Albal, las pérdidas materiales se calculan en millones de euros, con viviendas destruidas y comercios gravemente dañados.
Los alcaldes de estos municipios han solicitado ayuda a las autoridades regionales y nacionales, enfatizando la urgencia de recursos adicionales y el despliegue de más efectivos de emergencia para controlar la situación y ayudar a las personas atrapadas en sus hogares. En Manises y Picaña, las imágenes muestran calles enteras llenas de lodo y daños en la infraestructura pública, reflejando la magnitud de la catástrofe.
La respuesta de las autoridades: ¿ha sido suficiente?
El Gobierno y la Generalitat Valenciana han declarado el estado de emergencia en la Comunidad Valenciana y han desplegado fuerzas de seguridad y equipos de emergencia en las áreas más afectadas. La UME ha sido fundamental en las labores de rescate, aunque muchos vecinos consideran que la respuesta ha llegado tarde y que no se ha podido prevenir el nivel de destrucción.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado medidas extraordinarias de ayuda para los damnificados, incluyendo la habilitación de centros de acogida y la entrega de alimentos y agua a los afectados. No obstante, la magnitud de la tragedia ha puesto de manifiesto la necesidad de una preparación mejorada y de medidas preventivas más eficaces en las zonas vulnerables a las DANAs y otros fenómenos extremos.
El impacto del cambio climático y las previsiones futuras
La DANA de 2024 no solo es una tragedia local, sino un síntoma del aumento de fenómenos meteorológicos extremos en el Mediterráneo. Los expertos en climatología insisten en que el cambio climático está intensificando estos eventos, con precipitaciones más intensas y frecuentes, que requieren una preparación más avanzada por parte de las autoridades y una concienciación colectiva sobre la adaptación climática.
El impacto devastador de la DANA subraya la importancia de reforzar la infraestructura, mejorar la gestión de emergencias y adaptar los sistemas de drenaje y contención de agua en áreas con alta densidad de población. La Comunidad Valenciana ha experimentado ya varias DANAs en la última década, pero ninguna ha tenido un impacto tan destructivo como la de este año, lo que plantea la necesidad urgente de revisar los sistemas de prevención y respuesta.
Solidaridad y apoyo de la sociedad civil
A pesar de la tragedia, la solidaridad de la ciudadanía ha sido ejemplar. Vecinos y voluntarios de toda la Comunidad Valenciana y otras regiones se han movilizado para ayudar a los damnificados, ofreciendo desde alimentos y agua hasta transporte y apoyo emocional. La Cruz Roja, Cáritas y otras organizaciones han lanzado campañas de donación y recolección de suministros, mientras que redes sociales y plataformas de comunicación han facilitado la organización de ayuda a nivel local.
La respuesta de la sociedad civil ha sido fundamental para brindar apoyo a quienes lo han perdido todo y para cubrir las necesidades básicas en áreas donde los servicios aún no han podido restablecerse completamente. Además, el trabajo de los equipos de rescate y de los cuerpos de seguridad ha sido esencial para evacuar a los afectados y coordinar la asistencia humanitaria en las zonas más complicadas.
La DANA de 2024 marcará un antes y un después en la historia de la Comunidad Valenciana. Esta tragedia es una llamada de atención para reforzar las medidas de prevención y adaptación climática en España y en toda la cuenca mediterránea.
¿Crees que se deben mejorar las políticas de prevención ante fenómenos extremos como esta DANA? ¿Qué medidas consideras necesarias para reducir el impacto de futuras catástrofes climáticas?