Desde que empezó la crisis de la inflación , la gran distribución o como también decirlo las grandes superficies, han querido presentarse como inocentes empresas que solo buscan llenar sus lineales con los productos más económicos y saludables que encuentran.
La globalización…alimentaria
Una cuidadosa operación de blanqueo de sus empresas, con artículos de prensa donde recurren al escaso porcentaje de ganancias en las ventas de sus productos, sólo un escaso 3%. Las dificultades que encuentran al abastecer sus lineales y una campaña de marketing en toda la regla para salvar sus espaldas de las miradas acusadoras de la ciudadanía.
Es cierto que estas empresas tendrán detrás a todo un equipo de asesores y consejeros que le indican a la empresa como colocar los productos en los lineales, como usar el tirón de algunos para vender otros, como hacer las ofertas presionando a los proveedores para que les sirvan los productos a precios de saldo, y ellos saben que estos proveedores son los que compran a los agricultores, pequeños, medianos y grandes. Sin entrar en los pequeños detalles de la continua apertura de nuevos locales, cursos de formación a sus empleados, investigación y desarrollo. Cualquier actividad les sirve en el entramado legal para decir que ganan poco dinero.
Pero es necesario hacernos una pregunta, ¿tienen acceso al abuso de posición de dominio?.
La verdadera Globalización en la alimentación
Solo por la situación de poder económico que tiene la mayoría de estas empresas con una cuota del 58% del mercado español, y el acceso a proveedores de todos los continentes, ¿ usan las compras de productos de terceros países a precios irrisorios?. ¿Acaso solo ganan el 3%?.
Veamos un caso muy revelador y lo tenemos en las famosas sandías que están a la venta hoy en el supermercado, un producto que no es temporada y lo traen de fuera, de países como Senegal donde allí un agricultor solo cobrará no llegará a los 0´06 céntimos por kilo y aquí solo la tenemos por el módico precio de casi 6´00 euros el kilo.
Los gastos de estas sandías son 0´06 céntimos/kg al agricultor de Senegal, el transporte por contenedor de 0´45 cts/kg más el transporte a los almacenes de la gran superficie y su distribución en los lineales y estanterías, más jornales del personal. A cuánto asciende el total, podemos decir que su puesta en lineal viene a estar sobre 1´50/2´00 € y se vende a casi 6´00 €.
Solo hay un pequeño detalle, y es que nunca se han publicado los costes de explotación que tienen la gran distribución y grandes superficies .
Hay que hacer el normalizado del producto en el caso de la sandía ¿hay que pegarle una pegatina y lavarlas? En definitiva los beneficios son abismales en la gran superficie y más sí viene de terceros países.
Llevamos mucho tiempo esperando a ver un informe de beneficios por categorías de sus productos, no creemos que con los refrescos tengan los mismos porcentajes de beneficios que con los productos frescos, no creemos que sean tan torpes las multinacionales de refrescos.
La ley de la cadena alimentaria
El año pasado se hizo realidad la ley de la cadena alimentaria, donde el productor nunca cobraría por debajo de costes y regularía cada eslabón de la cadena alimentaria.
Lo curioso de esta ley es a mí parecer para regular o vigilar la cadena alimentaria. ¿Habrá que tener un estudio de costes de cada eslabón de esa cadena alimentaria?.
Pues bueno este estudio se hizo entre el 2011 y 2012 cuando Arias Cañete era ministro de agricultura, mucho ha llovido y sobre todo ha cambiado el mundo de la gran distribución para no disponer de esos datos.