La tragedia del temporal ha cambiado la dinámica de ventas, atrayendo compradores de otras regiones y dejando marcas en las administraciones locales.
La Lotería de Navidad 2024 llega a Valencia en un contexto marcado por las graves inundaciones provocadas por la DANA a finales de octubre. Este fenómeno, que afectó a miles de familias en la Comunitat Valenciana, ha tenido un impacto directo en las administraciones de lotería, modificando los patrones tradicionales de ventas. Por un lado, se ha registrado un fuerte incremento en las peticiones desde fuera de Valencia, motivadas por la superstición y la solidaridad. Por otro, las compras de los habituales clientes locales, especialmente en las zonas más afectadas, han disminuido por el golpe económico que dejó el temporal.
Las peticiones nacionales: una superstición que no falla
Las administraciones de Valencia han visto un aumento considerable de las compras de décimos por parte de compradores de otras comunidades autónomas. La fecha del 29 de octubre, día en que la DANA causó estragos en la región, ha generado un interés inusitado por la terminación 29, que este año se perfila como una de las más buscadas.
Ramiro Gómez, de la administración número 1 de Valencia, La Purísima, asegura que esta tendencia no es nueva, pero que ha cobrado especial fuerza este año. “Cuando ocurre algo extraordinario, la gente cree que la suerte está más presente en esa zona. Nos han llegado peticiones de toda España pidiendo números relacionados con el día de la DANA”, comenta.
Gómez añade que, aunque las ventas generales están en niveles similares a los del año pasado, el volumen de pedidos desde otras comunidades ha crecido de forma significativa, especialmente en las últimas semanas.
El descenso de las compras locales: las cicatrices del temporal
A diferencia del entusiasmo mostrado por los compradores foráneos, las ventas entre los clientes habituales de Valencia han disminuido, particularmente en las zonas más castigadas por las inundaciones. Los pequeños negocios, bares y asociaciones, que suelen adquirir lotería para repartir entre sus empleados o clientes, han tenido que reducir su participación debido a las pérdidas económicas provocadas por la DANA.
En la administración Lotería Bell, ubicada en la Plaza del Ayuntamiento, explican que las colas siguen presentes, pero han cambiado los perfiles de los compradores. “Los clientes de los pueblos afectados nos cuentan que este año no pueden comprar lo de siempre, pero muchos vienen con ilusión porque creen que la suerte puede compensarles lo perdido”, señala uno de sus empleados.
Los décimos manchados de barro: de la tragedia al amuleto
Un fenómeno inesperado que ha caracterizado esta campaña ha sido el interés por los décimos “manchados de barro”. Administraciones situadas en municipios como Alaquàs o Catarroja, donde las inundaciones llegaron a los locales, tuvieron que cerrar durante días para limpiar y reparar los daños. Muchos de los boletos que quedaron afectados por el agua y el barro no solo no fueron descartados, sino que se han convertido en los más demandados por compradores de toda España.
Marcos Bernabéu, de Lotería Castillo en Alaquàs, relata que la alta demanda por estos décimos ha superado todas las expectativas. “Algunos de los boletos tienen pequeñas manchas o marcas de lo que vivimos aquí, y parece que eso los hace especiales para la gente. Hemos hecho más envíos que nunca a nivel nacional”, explica.
Para muchos compradores, estas marcas no solo son un recuerdo físico de la tragedia, sino también un símbolo de fortaleza y esperanza, lo que ha llevado a algunos a considerarlos auténticos amuletos.
Administraciones históricas: resiliencia y repunte de ventas
Valencia cuenta con administraciones de lotería icónicas, como Lotería Manises, conocida por haber repartido grandes premios en el pasado. Su gerente, Rafa Sanchis, explica que, aunque el temporal paralizó su actividad durante las primeras semanas tras la DANA, las ventas han repuntado gracias al interés generado por los números asociados a la tragedia.
“Este año ha sido diferente. Aunque las primeras semanas fueron muy complicadas, una vez recuperamos la normalidad, empezaron a llegar pedidos de otras regiones. Esperamos un incremento de ventas de hasta un 12% respecto al año pasado”, afirma Sanchis.
Por su parte, Inés García, de la administración 13 en la Plaza Santa Catalina, también destaca el impacto de las peticiones nacionales. “Hemos recibido llamadas de toda España, especialmente buscando números relacionados con el temporal. Las dos últimas semanas han sido muy intensas”, señala.
El tirón de las terminaciones populares
Además del 29, la campaña ha consolidado el atractivo de otras terminaciones consideradas de “suerte”, como el 13, el 69 o el 24, por el año en curso. Estas cifras suelen ser protagonistas en los días previos al sorteo, cuando las administraciones viven sus jornadas más ajetreadas.
El sábado, último día para adquirir boletos, se espera un volumen masivo de compradores que buscan completar sus números favoritos o encontrar ese décimo que les llamó la atención y dejaron escapar.
Conclusión: la DANA, un símbolo de esperanza y superstición
La tragedia de la DANA ha transformado la campaña de la Lotería de Navidad en Valencia, convirtiéndola en un reflejo de la capacidad de superación y la resiliencia de sus habitantes. Los décimos marcados por el temporal o con terminaciones especiales han generado un sentimiento de unión y esperanza, tanto dentro como fuera de la Comunitat Valenciana.
¿Qué número jugarías tú este año? ¿Crees en la superstición o prefieres elegir por tradición y recuerdos personales?