La Punta representa la imagen de degradación y marginación. Un barrio dividido entre autovía y vías del tren, partido en dos núcleos, eminentemente agrícola, aunque gran parte de los campos están abandonados y son solares donde crece la maleza y se amontonan escombros y restos de derribos quan vertedero.
Un barrio que los distintos ayuntamientos de los últimos años han abandonado a su suerte, con un Plan Estratégico que votaron en el Pleno a instancias de Ciudadanos, en una moción presentado por Fernando Giner y ratificada por unanimidad en 2018 y olvidada desde entonces.
Una alcaldía pedánea donde la funcionaria, de baja muchas veces, ni siquiera la abre muchos días, y donde se llega antes a gatas que en autobús a Valencia, que los separa poco más de un kilómetro…
Una imagen vale más que mil palabras
La realidad de un barrio olvidado por el consistorio municipal, que por una parte decía querer potencial como reclamo turístico las pedanías y de otra celebraba la capitalidad verde europea, eso quedó muy lejos de este barrio…
Eso sí, el ayuntamiento utilizó un solar como acopio de contenedores, aumentando más la sensación de solares periféricos y de degradación, pero un paseo por esta pedanía nos transporta a un vertedero improvisado casi en cada solar.
La pasarela insegura y peligrosa
La pasarela peatonal que supera las vías de Renfe está oxidada y representa un peligro, con hierros cortantes, e imagen de degradación absoluta, por la que transitan muchos ciclistas y turistas, con una imagen de total abandono. Los vecinos han pedido en múltiples ocasiones una reparación de la misma que ni llegó la anterior legislatura ni ha llegado con el Gobierno de Catalá
Pero cuando bajamos de la pasarela en el lado de Valencia, una limpieza no estaría mal, parece la selva con las lluvias, una zona que habitualmente «se prende fuego» varias veces cada verano, como atestigua el puente sobre el ferrocarril donde hasta en la mediana existe vegetación calcinada de un incendio que llegó hasta allí… Una limpieza de la zona sería más que necesaria…
La historia reciente negra de La Punta
La Punta, ese barrio agrícola que debería representar la zona mixta entre urbe y campo, ha visto cómo el camí de la Mar es una carretera con tráfico y sin aceras, donde un autobús de la EMT atropelló a un señor mayor y lo mató.
Ese barrio de pequeñas alquerías donde las ocupaciones y los robos se han querido resolver con dos cámaras de videovigilancia que seguramente nadie mira en la Central de Policía. pero también ese barrio donde fue atacada una anciana… Inseguridad, falta de mimo municipal y anclado entre la ZAL, una autovía, las vías del tren y la depuradora de Pinedo…
«Nada ha cambiado en el Ajuntament de Valencia, siguen olvidando a los barrios y sus gentes, muchos proyectos, muchas fotos, pero como se dice en valenciano «de forment ni un grà»»
Así, al menos la estrategia de choque nunca se llevó a cabo, al menos una limpieza y un estudio de cómo mejorar la vida de sus vecinos, y hacerlo…
En este Ayuntamiento sobran los proyectos de unos y de los otros, pero nadie los lleva a cabo, es ma´s, cabe recordar que la propia Alcaldesa Catalá en la solución de futuro soterramiento de las vías del tren en su salida del túnel ferroviario de Serrería le pedía al Ministerio de Transportes que lo hiciera por fases, considerando sólo indispensable la salida del túnel y el cruce con el cauce del Turia, así, las vías seguirán cruzando la Punta, ese barrio olvidado por todos los políticos, pero no por todos, como atestigua este artículo.
Los solares de La Punta se convierten en vertederos de basura