El 18 de mayo de 1954, el Ayuntamiento de Valencia reunido en sesión plenaria extraordinaria, para solemnizar el Año Mariano Universal promulgado con motivo de la declaración del Dogma de la Inmaculada Concepción de María, nombró a la imagen histórica de la Virgen de los Desamparados Alcaldesa Honoraria de la Ciudad.
Posteriormente, la Corporación Municipal se desplazó desde el Ayuntamiento hasta la Basílica para hacer entrega de las insignias –medalla, fajín y vara de mando- de Alcaldesa a la Virgen.
Le cupo el honor de impulsar dicho nombramiento honorífico al alcalde de Valencia Baltasar Rull, natural de Onda, en su vida no policía prestigioso Magistrado Juez.
Este dato y detalle tan importante el Ayuntamiento de Valencia lo oculta en el texto en el que hace referencia a la Virgen de los Desamparados dentro del capítulo de fiestas de la ciudad.
Y tampoco respeta tal título y honor, pues si la imagen de la Virgen de los Desamparados cuando procesiona lleva la vara de mando como alcaldesa honoraria de la ciudad que es, en absoluto debería llevarla o lucirla la alcaldesa de la ciudad, pues ya está presente como alcaldesa la Virgen. Sería deseable que protocolariamente se respetara tal honor y deferencia y no lucirá palmio en ese sentido ninguna alcaldesa o alcalde.
El día de su fiesta este año la Missa d´Infants fue retransmitida por primera vez por Radio Nacional de España.
Enrique Ginesta ostró dotes de extraordinario orfebre floral, profundo dominador de la perspectiva, realizó un retablo de flor consistente en un altar barroco con tintes colombinos de la Nueva España. Un altar de flor con hermosa labra de filigranas y poca iconografía que desdibujara la centralidad de la Virgen.
En octubre, para las fiestas del Pilar, la Virgen de los Desamparados fue llevada a Zaragoza, donde se reunió a 30 imágenes de las Vírgenes españolas más representativas, jornadas en las que el Jefe del Estado, general Franco, leyó la consagración de España al Inmaculado Corazón de María. Junto al Ebro, fue disparado un castillo de fuegos artificiales valenciano al paso de Ella. Desde 1796, la Virgen de los Desamparados es venerada en la parroquia de san Gil Abad.
Valencia celebró en 1955 el V Centenario de la Canonización de san Vicente Ferrer y Ginesta lo integró en un pletórico retablo de flor, un enorme arco de triunfo estilo Renacimiento sostenido por columnas bajo el cual se encontraba la imagen de la Virgen de los Desamparados.
El Arzobispo Olaechea creó el Banco de Nuestra Señora de los Desamparados y promovió la idea de erigir una gran imagen de la Virgen de los Desamparados en el cementerio municipal. “para que, bajo la sombra de su manto, duerman el sueño de la paz los valencianos que tanto la amaron”.
La plaza de la Virgen por aquellos años se convertía por momentos en las antiguas Plazas de Armas de la arquitectura colonial española. Las tropas que rendían honores a la Virgen, eran revistadas por los generales asistentes a la procesión a los sones de la música militar de los Regimientos acantonados en Valencia, con bandera, escuadra y banda de música.