Más de un centenar de centros educativos quedaron inutilizados durante meses tras la catástrofe del 29 de octubre
El curso escolar 2024-2025 será recordado durante muchos años en la Comunitat Valenciana por la profunda huella que dejó la DANA del 29 de octubre de 2024. Aquel día, un episodio extremo de lluvias torrenciales y desbordamientos súbitos arrasó buena parte de la infraestructura educativa de la región, obligando a más de 43.000 alumnos a interrumpir bruscamente su actividad lectiva.
Escuelas convertidas en centros de emergencia
La virulencia de las lluvias y las inundaciones provocaron daños de enorme magnitud en más de 100 centros educativos, muchos de los cuales quedaron totalmente inutilizados desde el primer momento:
- Aulas anegadas y cubiertas de lodo.
- Equipamientos didácticos destruidos.
- Comedores, patios y gimnasios arrasados.
- Líneas eléctricas y redes de comunicaciones cortadas.
Ante la situación de emergencia, varios centros escolares fueron reconvertidos en espacios logísticos durante las semanas más duras de la catástrofe:
- Reparto de alimentos y productos básicos a las familias afectadas.
- Alojamientos temporales para unidades militares desplegadas en las tareas de rescate y limpieza.
- Coordinación de equipos de emergencias, sanitarios y voluntarios.
Un alumnado desplazado y desbordado emocionalmente
La experiencia ha sido especialmente dura para el alumnado de las denominadas «zonas cero». Muchos niños y adolescentes vieron cómo, de la noche a la mañana, su escuela desaparecía como espacio de seguridad, aprendizaje y socialización:
- Falta de material escolar.
- Imposibilidad de desplazarse con normalidad.
- Falta de espacios de recreo y zonas de convivencia.
- Cambios constantes de ubicación provisional.
Durante semanas, miles de estudiantes fueron reubicados en otros centros mientras se realizaban labores de limpieza, evaluación y reparación de los daños.
Protestas, demoras y vuelta progresiva a la normalidad
El largo proceso de recuperación no ha estado exento de tensiones. Las familias y comunidades educativas han organizado diversas protestas y movilizaciones a lo largo del curso, reclamando:
- Mayor agilidad en la reconstrucción.
- Información clara sobre los plazos de regreso.
- Soluciones estables frente a las constantes reubicaciones.
A fecha de cierre del curso:
- 10 centros siguen finalizando el curso con el alumnado desplazado.
- En 5 colegios los daños han sido tan severos que no podrán reabrir para el próximo curso.
El deseo unánime: «Que no vuelva a repetirse»
Pese a todo, el balance de fin de curso se cierra con una mezcla de alivio y esperanza. Las comunidades escolares han mostrado una extraordinaria resiliencia para adaptarse a una situación completamente excepcional.
Los testimonios de los más pequeños, que esta semana celebran la tradicional fiesta de fin de curso, reflejan la enorme montaña rusa emocional que han vivido:
«Ha sido un año difícil, pero lo que pedimos es que se acaben las sorpresas», comentaba una madre durante la última jornada escolar.
Ahora, con el inicio del verano, las miradas se centran en completar las obras pendientes y en la implantación de medidas preventivas y de seguridad que garanticen que tragedias como la de la DANA de 2024 no vuelvan a paralizar la educación de miles de estudiantes valencianos.