Vaya por delante mi respeto hacía un profesional de la comunicación como es Iker Jiménez con un programa señero como es Cuarto Milenio pero el relato y la recreación de “La Guardiana del Real” el pasado domingo me han sobrepasado y sorprendido. Vi esa parte del programa y, conforme pasaban los minutos pensaba, “Que buena recreación de una historia del Santo Cáliz” pero esa historia me sonaba, claro que me sonaba y es que todo lo había escrito en 2015 mi estimado y amigo el profesor José Francisco Ballester Olmos publicándolo todo en un pequeño libro, pero interesante, de la serie “Quaderns de Investigació” de Lo Rat Penat bajo el título “La persecución del Santo Cáliz en la Guerra Civil Española (1936-1939). Nuevas aportaciones”.
Relataron Iker Jiménez y otro escritor y periodista, José María Zavala toda la historia de una mujer católica, Sabina Suey, llevándose el Grial bajo el brazo por indicación del canónigo de la Catedral en julio de 1936 desde la Catedral hasta la casa de su madre en la calle Avellanas, dijeron que estaba a unos 15 minutos de distancia cuando nada más se tarda uno o dos. Quizás ese día igual tardó ese cuarto de hora por temor pero les digo que no se tarda en recorrer ni dos minutos.
Pues bien, todo eso se contó y se relató en 2008 por la investigadora Janice Bennet en el I Congreso Internacional de Valencia sobre el Santo Grial. Ella presentó un libro y es donde aparece Sabina Suey.
Siete años más tarde el profesor y directivo de la Real Cofradía del Santo Cáliz, José Francisco Ballester Olmos, fue un poco más allá y publicó el libro editado por la entidad valencianista y lo presentó en presencia del entonces presidente de Lo Rat Penat, Enric Esteve, y de Fernando Millán, responsable de la sección de Historia. ¿Qué diría la periodista Isabel Domingo quien en su día escribió la crónica de la presentación en Las Provincias si ella vio el programa del domingo pasado, aunque una compañera suya, María Gardo, ¿dio cuenta de que el programa Cuarto Milenio había hablado del Santo Grial el pasado domingo? Bien apunta la especialista en el Santo Grial “mientras se hablé que se hable” y le digo estimada amiga, pero con objetividad.
No hubo una sino varias guardianas del Grial
Carmen Delgado en la calle Corona fue otra de las Guardianas del Grial
Decía el responsable de Cuarto Milenio. “Nuevas investigaciones históricas hacen que comprendamos que hay películas alucinantes que no se han contado de personas que en cierto momento dramático en la Guerra Civil española se jugaron la vida para que esto…”…y añadía “debo decir que lo desconocía”. Pues mire Iker, no sólo una sino varias guardianas. Hubo varias mujeres celadoras del Grial en sus casas durante un tiempo como quien vivió en la calle Ripalda, Carmen Delgado según aún nos ha podido relatar su nieto. Y esto lo hacían para prevenir su localización.
Creo que le faltó decir tanto a Zavala como a Iker Jiménez que todo estaba contado en los periódicos de hace años y también a través de una nota desde la agencia del arzobispado de hace años. Lo que se puso en valor fue una recreación y en difundirlo, pero nada nuevo se aportó, nada de nada. Mire Iker llame al profesor Ballester Olmos o a Ana Mafé. Ambos le podrán contar la investigación. Que quizás todo este contado por tierras valencianas, pero no en las madrileñas.
Abundando un poco más María Jesús Espinosa de los Monteros en un artículo en “Valencia Plaza” de hace 5 años escribía sobre la guardiana y María Sabina Suey y decía “….El libro que ha servido para poner en el foco de la historia a esta mujer es La persecución del Santo Cáliz en la guerra (1936-1939), escrito por el profesor José Francisco Ballester-Olmos, adjunto a la presidencia de la Cofradía del Santo Cáliz…”, es decir una persona entendida sobre el asunto.
Finalmente, en la nota oficial del arzobispado de 2015 se afirmaba en boca del profesor Ballester-Olmos. “Estos documentos inéditos se encontraban en los archivos de la Cofradía del Santo Cáliz y a partir de ellos se ha podido reescribir el relato de lo sucedido aquellos años.» Así, la obra contiene aportaciones novedosas como los perfiles personales de los protagonistas, fotografías de los lugares exactos donde estuvo escondida la reliquia, tanto en Valencia como en la localidad de Carlet, así como “conversaciones con los hijos y sobrinos de los que se jugaron la vida por el Santo Cáliz”.
Pues dicho y escrito queda. La historia no es nueva para los valencianos sino para Iker Jiménez, y para el periodista y escritor Zavala. De todas maneras, gracias por difundirlo.
P.D. Otrora cuestión es el apoyo de las instituciones a la difusión del Camino del Grial y cuando tendrá fecha de apertura el Centro de Interpretación en la antigua Casa del Relojero en la calle del Miguelete, une edificio con dos caras, la histórica, me agrada, y la moderna, me desagrada.