Los funcionarios de Justicia de la provincia de Valencia se han concentrado en sus partidos judiciales para exigir mejoras en sus condiciones y apoyar al comité de huelga, que está encerrado en la sede del Ministerio de Justicia. En las concentraciones de ayer muchos han acudido con camisetas negras y con panes para mostrar su repulsa por la negativa a permitir entrar alimentos a los sindicalistas encerrados en Madrid. Una actitud del Ministerio de Marlaska impropia de quién se denomina “socialista y progresista”.
Negativa a negociar del Ministerio de Justicia
Los sindicatos convocantes de la huelga general y de las protestas que se están desarrollando, entre los que se encuentra CSIF, van a continuar con sus medidas de presión ante la negativa del Ministerio de Justicia a negociar. Los empleados públicos reclaman el reconocimiento profesional y retributivo de las funciones que realmente realizan y que “nada tiene que ver con la decaída Ley de Eficiencia Organizativa que el Ministerio ha sido incapaz de sacar adelante”.
El Comité de Huelga ha anunciado que va a agotar todas las posibilidades de presión con este encierro en el Ministerio de Justicia que “no abandonaremos hasta ser recibidos por una persona interlocutora válida que asuma la negociación y deje de hacer propuestas impresentables y ofensivas para la dignidad de nuestro colectivo”. El Ministerio se ha limitado a decir que llevará a cabo negociaciones cuando se configure el nuevo gobierno tras las elecciones.
El problema…para el siguiente gobierno
A pesar de estar en funciones y seguir legislando, y presentando proyectos e inversiones, el Ministerio de Justicia se excusa en que debe ser el nuevo gobierno salido de las urnas tras el 23 de Julio el que negocie con los funcionarios de Justicia, alargando el problema al menos hasta septiembre.
Una actitud que contrasta con la del propio Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez que sigue firmando acuerdos y con una apretada agenda de compromisos a pesar de la convocatoria electoral. Así, parece que se trabaja o no a conveniencia del interlocutor, os ea del gobierno. Una actitud que enciende los ánimos de los funcionarios judiciales que ven como de nuevo el gobierno les margina y olvida.
Así, que según parece el nuevo gobierno que al menos no se constituirá hasta septiembre sumará éste a los grandes problemas por solucionar de forma urgente. La herencia del gobierno de Pedro Sánchez, problemas.