Los sindicatos convocan protestas el 10 y 13 de febrero en defensa de una regulación específica para la profesión
El conflicto entre los sindicatos médicos y el Ministerio de Sanidad se intensifica. Doce organizaciones de facultativos han anunciado movilizaciones en rechazo al borrador del nuevo Estatuto Marco, al considerar que no atiende las necesidades específicas del colectivo médico dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Las primeras protestas se celebrarán el 10 de febrero a las 11:00 horas en distintas comunidades autónomas, como previa a una gran manifestación el 13 de febrero a las 12:00 horas frente al Ministerio de Sanidad en Madrid.
Un rechazo unánime ante la falta de mejoras para los facultativos
Los sindicatos convocantes, entre ellos CESM, SMA, MC y AMYTS, han mostrado su rechazo total a una reforma que, según denuncian, no soluciona problemas estructurales como la temporalidad, la sobrecarga asistencial y la falta de incentivos para los profesionales sanitarios.
“El Ministerio de Sanidad sigue sin apostar por un Estatuto propio para los médicos ni por mejoras significativas en sus condiciones laborales”, han señalado los representantes sindicales, que consideran que esta es una oportunidad clave para definir el futuro de la profesión.
El impacto en el sistema sanitario y la respuesta del Gobierno
Los médicos advierten que la falta de avances en la reforma del Estatuto Marco podría afectar directamente a la calidad asistencial, ya que sin unas condiciones dignas es difícil retener talento en el sistema público de salud.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad aún no ha respondido oficialmente a las movilizaciones, aunque fuentes gubernamentales han señalado que el borrador sigue abierto a modificaciones y negociaciones con los representantes del sector.
Un llamamiento a la unidad del sector sanitario
Los sindicatos médicos han instado a todos los facultativos a sumarse a las protestas para exigir mejoras reales en la regulación de su profesión. Consideran que esta es una oportunidad única para conseguir avances en la estabilidad laboral, la retribución y la carga de trabajo de los médicos del SNS.
La manifestación del 13 de febrero se prevé multitudinaria y será un termómetro clave para medir la presión que el sector puede ejercer sobre el Gobierno.
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