La Punta, esa pedanía olvidada por el Ajuntament de Valéncia, por todos los gobiernos, por el anterior y por el actual. Todos se llenan y se han llenado la boca de hablar de la Valencia de la Huerta, pero luego los marginan y olvidan. La Punta es ese barrio donde sigue viviendo gente, a camino entre la huerta y a tan sólo unos minutos caminando de la Ciudad de les Arts, es la parte «pobre», el barrio a esconder, dividido en dos núcleos diferenciados y separados por una autovía y las vías del tren.
Sin infraestructuras y sin servicios como una gran ciudad, con un servicio de EMT cuya frecuencia da para una pelicula de terror, y con un Plan Integral aprobado en el Pleno del Consistorio Municipal del que ya nadie se quiere acordar. Un Plan Integral que no cumplió el gobierno de Compromís-PSPV y que también votó la actual alcaldesa María José Catalá cuando estaba en la oposición y que ahora también olvida.
Poner dos cámaras y asfaltar una calle no es ejecutar un Plan Integral, por mucho que se quiera vender así. Pero los problemas sigue y se acrecentan y hoy parte de la Punta se está convirtiendo en una escombrera con la connivencia municipal.
Escombros por aquí y por allá
Mucha ley de la Huerta pero aquí la mayoría de parcelas agrícolas hace años que están abandonadas, ya que a sus propietarios no les salía a cuenta, pero además los múltiples robos continuos hicieron porque los pocos llauros abandonaran las tierras de cultivo. Hoy son solares, donde siempre se ha seguido practicando la prostitución callejera, utilizados como lugares donde practicar sexo anómino, donde hacer un botellón o donde abandonar basura…
Sí, sigue pasando, aunque los distintos ayuntamientos lo escondan y aseguren que miman a las pedanías, la realidad es muy diferente al mundo ideal vendido desde el Gabinete de Prensa para mayor gloria del político de turno que no baja a la calle ni pasea por sus barrios escuchando a los vecinos.
Un alcalde o una alcaldesa que no escucha a sus vecinos está condenado al fracaso, ya que los vecinos percibirán a este político de tres al cuarto como oportunista. Recordemos que la política municipal no es la política de temas de estado, a pesar de que muchos en el Ayuntamiento quieran hacer carrera política y hablar de temas del Sáhara, de Trump o de Oriente medio. No, la política municipal es la más cercana al ciudadano, la que resuelve los problemas diarios del vecino, la que el alcalde y los concejales están más próximos a la ciudadanía. Luego nos desgajamos las vestiduras por la antipolítica, pero ésta se fomenta olvidando la esencia de la democracia y de la política municipal, ayudar al vecino, no hablar de temas internacionales, para eso ya hay otros foros políticos como el Parlamento…
Pues los vecinos de La Punta desesperan ante las promesas incumplidas de primero Ribó y ahora de María José Catalá…porque en este ayuntamiento todo ha cambiado para que finalmente nada cambie, mismas formas, misma desidia con los vecinos, pero diferente color político…
«Todo ha cambiado en el Ayuntamiento para que absolutamente nada cambie»
Ésta es la triste realidad de una alcaldesa que en la oposición decía una cosa y ahora hace todo lo contrario, una alcaldesa que no escucha a sus vecinos, siguiendo el ejemplo de Ribó…
La Punta también existe señora Catalá, no se olviden…