Durante el acto se presentará el Servicio de Atención y Seguimiento de personas con Enfermedades Mentales (SASEM) de Manises
El próximo 24 de octubre, la Casa de Cultura de Manises acogerá la III Jornada de Salud Mental municipal, un acto pedagógico que tiene como objetivo eliminar el estigma social alrededor de las enfermedades mentales en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, conmemorado el 10 de octubre.
Jornadas de Salud Mental
La jornada, organizada por el Servicio de Atención y Seguimiento de personas con Enfermedades Mentales (SASEM), tiene prevista una duración de aproximadamente tres horas, con inicio a las 17.15 h y hasta las 20.00 h. Dentro de la programación, se encuentran dos ponencias a cargo de profesionales y especialistas: la primera, a partir de las 17.15 h, sobre inserción laboral y formativa, y la segunda, a continuación, sobre terapias creativas en la intervención con personas con trastornos mentales graves.
La segunda parte de la jornada arrancará con la presentación del SASEM en Manises, un servicio específico del departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Manises integrado por una educadora social y una psicóloga. Entre sus funciones se encuentra la intervención basada en el apoyo integral de las personas con problemas de salud mental grave, en sinergia con los recursos comunitarios existentes, con el fin de conseguir su integración y garantizar su permanencia en su entorno social habitual.
Finalmente, se concluirá con un panel de experiencias en primera persona, una oportunidad para conocer de cerca los retos a los cuales se enfrentan las personas con problemas graves de salud mental en diferentes áreas de su vida, su autoimagen y como perciben la mirada externa.
Paralelamente, y también enmarcado dentro de la programación conmemorativa del Día Mundial de la Salud Mental, del 21 al 25 de octubre las personas que lo deseen podrán visitar la exposición artística «Imaginación proyectada» de Roberto Cepero Rodríguez, en la Casa de Cultura. El autor, a través de su obra que evoca figuras y patrones cubistas, traslada al espectador al origen de su inspiración: una crisis psicótica que cambió su perspectiva del mundo y su proceso creativo. La exposición pretende ser un recordatorio de que el arte puede ser un refugio para quienes atraviesan momentos difíciles, una manera de liberarse y encontrarse.