Maria Estela Arlandis, Fallera Mayor de Valencia 2024 disfrutó al máximo de esta fiesta declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco
Probablemente, sea esta la manifestación religioso folklórica de la cual más se haya escrito en la geografía valenciana. La procesión -o mejor, las procesiones en honor de la Mare de Deu de la Salut, en Algemesí, pequeña ciudad de la comarca de la Ribera Alta, a unos treinta kilómetros al sur de Valencia, atrae a curiosos foráneos y congrega a toda la población a participar activa o pasivamente.
La Processoneta del Matí congrega cada año una nutrida representación de las instituciones y el mundo cultural valenciano. Este año la representación institucional iba encabezada por el conseller de Medio Ambiente, infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, y la delegación cultural por la directora general de Patrimonio Cultural, Marta Alonso.
MARE DE DEU DE LA SALUT, PATRONA D´ALGEMESÍ
Cuenta la tradición que en el año 1247, a poco de ser capturada Algemesí por las tropas cristianas de Jaime I el Conquistador, y expulsados por gobernantes moros, apareció en el interior del tronco de una morera, una imagen de la Virgen, sedente, con el Niño sobre la rodilla derecha y sujetando con la mano izquierda, con los dedos apuntando hacia el cielo, un lirio. Como a la sazón Algemesí era una villa de Alzira, los regidores de ésta reclamaron a la imagen. Pero transportada la Virgen a Alzira, de noche y de forma milagrosa, volvió a Algemesí. Este acontecimiento se festeja todos los años en la llamada ”Nit del Retorn”.
En 1568, tres sacerdotes de Algemesí decidieron ponerle una advocación a la Virgen. Cada uno de ellos propuso una, y no se pusieron de acuerdo. Por ello, decidieron escribir la propuesta de cada uno en un papel, colocar los tres en un bonete, y que la Providencia designara. Salió el de Virgen de la Salud. Se repitió el sorteo dos veces más, y de nuevo salió Virgen de la Salud. y con este nombre se quedó.
Domingo i Borrás, cronista de Algemesí, cuenta que ya en 1610 se celebraba una fiesta en la calle Berca, inmediata al lugar del hallazgo. Donde se alzó el árbol del hallazgo, se erigió una ermita, la “Capella”. Las raíces del árbol se secaron, y se enterraron a cierta distancia, delante de una casa. Allí brotó una fuente. Como veremos, tanto la Capella como esta fuente juegan un papel importante en la procesión.
A lo largo del siglo XVII la imagen gana devoción. A mediados de siglo, al tallar las esculturas de la puerta principal de la Parroquia de San Jaime, Patrón del pueblo -hoy elevada a la categoría de Basílica-, se coloca la imagen de la Virgen de la Salud a la derecha del Apóstol.
A lo largo del siglo XIX la fiesta fue adquiriendo la organización que le es propia, dividiéndose la población en cuatro barrios –Valencia, Capella, Santa Bárbara y Montañaque se turnan para montar la fiesta. De designar el Ayuntamiento a los festeros, se pasó a tener éstos montada su organización dentro de la fiesta, en cada uno de los barrios.
También en este siglo los clérigos renunciaron a llevar a la imagen, portando las andas unos mozos ataviados con traje “de volants”, siendo conocidos como “els volants”, Hoy día este traje se ha perdido, y los porteadores llevan un vestido a la usanza del XVI, con trusas recamadas de pasamanería y acuchillados, y capa corta, al estilo de los “mancebos” que llevan las especias en la Procesión del Corpus de Valencia. Por lo demás, en valencia es tradicional nombrar a estos porteadores como “vestidos de volantes” o “de volantes”.
Les Festes de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí cuentan, entre otros reconocimientos, con la declaración autonómica de Bien de Interés Cultural, el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y la distinción al mérito cultural de la Generalitat Valenciana.
María Estela Arlandis, ha sido invitada a la Festa de la Mare de Déu de la Salut d’Algemesí como espectadora de la Processoneta del Matí en honor a la patrona.