La falta de piezas y técnicos especializados retrasa la reparación de miles de ascensores en la Comunidad Valenciana, afectando gravemente a personas mayores y con movilidad reducida
Valencia, 25 de junio de 2025 – Ocho meses después de la devastadora DANA que azotó la Comunidad Valenciana en octubre de 2024, más de 1.000 edificios continúan sin servicio de ascensor. De los cerca de 10.000 elevadores que resultaron dañados en los municipios afectados, uno de cada diez sigue fuera de servicio, lo que ha convertido el día a día en una auténtica odisea para cientos de personas vulnerables.
Remedios, oxígeno y un andador frente a cinco pisos de escaleras
“No tengo movilidad en la pierna izquierda y más cosas que tengo”, confiesa Remedios, vecina del barrio de Parque Alcosa, en Alfafar. Depende de un andador y oxígeno portátil para moverse, pero el ascensor de su edificio permanece precintado desde hace meses. Cada salida implica bajar varios pisos por la escalera, arriesgando su salud y su dignidad.
En su misma finca vive Benilda, quien tiene ambas rodillas operadas. Pese a ello, se ve obligada a subir y bajar el carro de la compra hasta el cuarto piso, sin más ayuda que su fuerza de voluntad. “Esto es una pesadilla”, afirma.
10.000 ascensores arrasados por la DANA
La patronal del sector explica que el fenómeno meteorológico, con lluvias torrenciales, inundó garajes, trasteros y huecos de ascensores, provocando daños estructurales, corrosión en maquinaria y cuadros eléctricos inservibles. En total, se contabilizaron unos 10.000 ascensores dañados en municipios de Valencia, Alicante y Castellón.
Desde entonces, se han ido reparando progresivamente, pero la falta de piezas de recambio, muchas de ellas importadas, y la escasez de personal técnico han ralentizado el proceso más allá de lo previsto.
Ascensores nuevos… que vuelven a fallar
En algunos edificios donde los ascensores ya han sido sustituidos, los problemas persisten. Es el caso de Lideli, también vecina de Alfafar. El nuevo ascensor instalado en su finca funcionó solo un día: “Subo y bajo cada día cargada con el patinete desde un quinto piso y cuando hago la compra, me toca subirla por las escaleras”, explica resignada.
El aparato lleva semanas estropeado de nuevo. Los vecinos temen que la espera para su reparación vuelva a prolongarse meses.
Un problema de accesibilidad, dignidad y salud pública
El problema ya no es solo una cuestión de confort. Personas mayores, enfermas, con discapacidad o movilidad reducida están atrapadas en sus casas. O, como en el caso de Remedios y Benilda, obligadas a arriesgarse diariamente por escaleras que no están diseñadas para su condición física.
Además, muchas viviendas afectadas se encuentran en barrios obreros y bloques sin alternativas accesibles, lo que acentúa la desigualdad y la sensación de abandono institucional.
Demandas urgentes al Consell y a los ayuntamientos
Colectivos vecinales y plataformas por la accesibilidad reclaman al Gobierno valenciano y a los ayuntamientos:
- Un plan de emergencia para acelerar la reparación de los ascensores aún inoperativos.
- Priorizar los edificios con vecinos con movilidad reducida.
- Subvenciones específicas para los casos donde la reparación supere el coste medio habitual.
- Transparencia en los plazos, para evitar la incertidumbre de quienes llevan casi un año esperando.
La herida invisible de la DANA
Ocho meses después de la catástrofe meteorológica, la DANA sigue cobrándose víctimas silenciosas. No por la lluvia, sino por la inacción, la falta de previsión y la lentitud administrativa. Mientras tanto, miles de valencianos siguen subiendo cada día un peldaño más en la cuesta de la desesperación.