Catalá y Mazón, las dos caras de la misma moneda
Tras ocho meses de Gobierno de la Generalitat Valenciana y nueve en el caso del gobierno del Cap i Casal, los ciudadanos ya tienen un margen para poder opinar sobre los distintos gobiernos conformados tras las elecciones de mayo de 2023 y la suerte es dispar en el caso de los populares
El Gobierno de Mazón. Les Corts Valencianes
Si bien no empezó con demasiado buen pie ya se conocen algunas encuestas que catapultan al Partido Popular de Carlos Mazón hacia la mayoría absoluta, algunas de ellas le otorgan hasta 4 diputados más, justos los que perdería su socio de gobierno de Vox, lo que hace entender que de nuevo se está produciendo el abrazo del oso, un pacto del pollo al adobo de Vox, donde vox está siendo el perjudicado, el más débil.
Mazón convence, y la ciudadanía prueba su gestión tras 8 meses de gobierno, así si hoy se celebrasen las elecciones contaría con un mayor número de diputados, incluso estaría rasgando diputados a la izquierda.
Enfrente de Mazón, Compromís ganaría un diputado después de su duro varapalo en las elecciones de mayo, mientras que el PSPV donde no ha habido nadie al mando en meses, con un Chimo Puig desaparecido se deja votos en favor de Comrpomís. Esta es una variable a analizar los próximos meses, ya que hay un cambio importante, Diana Morant, que deberá rápidamente enderezar el rumbo e imponer su impronta.
Otra variable a analizar en los próximos meses en la política autonómica es precisamente el “efecto Sánchez” y las consecuencias de las políticas como La Amnistía, los pactos con Bildu, el posible referéndum en Cataluña,… y sus efectos en el votante en la Comunitat Valenciana, especialmente en el caso de les Corts Valencianes. Este aspecto será decisivo en la Comunitat Valenciana en los próximos meses, ya que Diana Morant se ha situado como el delfín de Sánchez en la Comunitat Valenciana, la candidata del aparato del partido ha vuelto a tirar de él en el Congreso que le ha ratificado como Secretaria General, lo que puede producir un efecto indeseado por Morant, y es el rechazo de los valencianos hacia Sánchez y todo lo que tenga que ver con él.
El caso opuesto, el Ajuntament de Valencia
En el caso opuesto a Mazón está María José Catalá, que tras 9 meses, en su primer barómetro municipal la satisfacción de los ciudadanos ha empeorado en todos o casi todos los aspectos con respecto al gobierno de Ribó. Esto es posible porque los problemas continúan sin resolverse y los vecinos han agotado su paciencia y sus días de gracia con el gobierno municipal.
Cabe recordar que una sóla acta de concejal separa el gobierno municipal de PP-Vox de la oposición de Compromís-PSPV. Siendo el actual reparto de fuerzas el siguiente:
- PP de Catalá, 13 concejales.
- Compromís, 9 concejales.
- PSPV, 7 concejales.
- Vox, 4 concejales
Siendo la mayoría absoluta en 17 concejales, justo los que suma PP+Vox. Este estrecho margen hace que el gobierno esté en el filo de la navaja y con cualquier cambio en el reparto de fuerzas peligre la alcaldía para María José Catalá.
Las claves del fracaso de la Catalá
Las claves son muchas, por una parte muchos no le perdonan el haber estado jugando con Vox durante dos meses con un gobierno interino y sin ser oficialmente nombrado, lo que claramente ha perjudicado las decisiones a tomar y ha ralentizado las soluciones, ampliando los problemas. Pero por otra parte, el más que frágil y polémico pacto al que han llegado está siendo una dura batalla donde más que socios de gobierno parecen enemigos irreconciliables Pp y Vox, votando en contra uno del otro. Esta misma semana, el PP de Catalá se negó a eliminar un paseo en los Jardines del Real al activista de extrema izquierda y catalanista Guillém Agulló, que pereció desafortudamente en una pelea con otro activista de extrema derecha, y que ha sido ensalzado por la extrema izquierda y el catalanismo como un mártir contra el “fascismo”.
“Todo ha cambiado para que nada cambie en el gobierno municipal”
Es la sensación en Valencia, de un gobierno de gestos sin parar, pero no de acciones y que las realiza a golpe de polémica, como si no hubiera nada preconcebido y todo se realizada “a salto de mata”. Muchas veces da la sensación de que las acciones del gobierno municipal, la propia agenda la marcan las polémicas surgidas en la misma semana o la semana anterior, y la gestión brilla por su ausencia.
Muchos vecinos y votantes se sienten decepcionados con una alcaldesa que les oye pero no escucha y cuya lista de peticiones de citas sin atender crece cada semana. Colectivos vecinales, problemas de comerciantes, vecinos indignados, plataformas, la lista es cada vez mayor.
Cuando se ha gestionado ha funcionado, como en el incendio de Campanar donde a los afectado se les dio una solución de inmediato, pero esto de gestionar parece que es la excepción que confirma la regla, y si bien algunas concejalías sí funcionan debidamente, la mayoría son un auténtico desastre.
Catalá y Badenas han caído en exactamente los mismos errores que el gobierno anterior de Compromís y PSPV, lo que demuestra que no han aprendido nada de ellos, son reinos taifas, dos ayuntamientos completamente distintos donde cada cuál va a la suya, la descoordinación es absoluta y los ejemplos se cuentan a decenas:
- Badenas y Catalá van comp,letamente separados en el problema del Valencia CF y en el del campo del nuevo Mestalla: Sin soluciones.
- En movilidad cada cual va a la suya, con anuncios diferentes.
- Cada cual realiza sus foros e invade competencias de otras concejalías. Catalá va con vecinos a hablar de jardines y no invita a su concejal de parques y jardines Bádenas y al revés, Vox realiza foros donde no se invita a los concejales del PP.
Problemas como los del botellón en muchos barrios, los problemas derivados de los apartamentos ilegales que aparecen como setas y los de inseguridad no se solventan y desde alcaldía se sigue pidiendo paciencia.
Las mismas recetas las de Catalá que tenía Ribó
Negar la evidencia, se sigue la misma política, para muestra un botón, la organización desastrosa de estas pasadas Fallas, con descoordinación absoluta municipal entre las distintas concejalías y servicios municipales y la total falta de transparencia. Una muestra: siguen los yotutubers, instagramers, un ejército de personajes que han desplazado a los medios de comunicación, que tenemos cada vez más difícil el informar y con más problemas con los responsables de prensa, que en algunos casos hasta nos han declarado la guerra y castigan sin publicidad institucional alguna, más que a los amiguetes que son fieles a lo que el departamento quiere vender, aunque se aleje por completo de la realidad…¿les suena?. Pues lo mismo que hacía Ribó hace ahora Catalá y su departamento de prensa. Se ha abandonado a los medios amigos y sigue la publicidad en los mismos medios catalanistas y de izquierdas, y ahora se margina a los medios valencianos y se prima a los de Madrid, en una clara estrategia que busca el favor de los medios en Madrid para Catalá, igual Catalá busca su futura salida fuera de la capital valenciana. La que quiere ser discípula de Rita Barberá no se asemeja en absoluto ni a la suela de sus zapatos, Barberá siempre puso a Valencia por delante, parece que Catalá y su entorno tienen otros planes muy distintos a futuro. -Espero equivocarme por el bien de los valencianos-.
Negar la evidencia cuando hay mala gestión, como ha sucedido estas fallas, así el gobierno de María José Catalá se ha convertido en el de los gestos y las promesas, las mismas que luego se lleva el viento, los gestos y las fotografías pero poca gestión…
Los proyectos se acumulan sin tomar decisión alguna, eso sí, mientras se sigue aumentando el número de asesores, que estaba en un máximo de 52 y ahora ya superan los 60 para los 33 concejales, casi a dos asesores por concejal y a parte los que hay en los organismos autónomos del Ayuntamiento de Valencia, fundaciones y empresas, un ejército de estómagos agradecidos que parece no acaba de arrancar, algunos ni siquiera lo han hecho tras meses de parada…Es hora de notar el cambio porque de momento en Valencia parece que siguen gobernando los mismos… la alcaldía peligra para la Catalá a sólo unos meses de empezar el gobierno municipal.
Preocupación en el PPCV con Catalá
Existe gran preocupación en Génova y en la sede el PPCV con este tema, ya que puede lastrar el crecimiento en la Generalitat, ya que es la principal ciudad de la Comuitat Valenciana. El President de la Generalitat Valenciana para corregir esto desde hace semanas se ha volcado en la Ciudad de Valenciana y acude a toda clase de saraos, y colabora en todo lo posible, pero deberán “llamar a consultas” a su principal alcaldesa y ver la relaidad, pedirle explicaicones a Catalá y soluciones, cada vez fuentes del partido se muestran más preocupadas por la actitud de la alcaldesa de Valencia y ex-secretaria general y piden “una intervención” del partido para reconducir esta situación.
La difícil tarea de informar
Este análisis pretende ser una crítica constructiva para todos, pero con un Jefe de Prensa que asegura que “enemigos nos lo pasaremos mejor” es difícil informar y hasta trabajar, y en el Ayuntamiento de Valencia parece que este medio ya no es bienvenido… Es la triste realidad que nos encontramos por no ser correa de transmisión de nadie y ejercer la libertad de prensa. Si para los de izquierdas somos unos fachas y para los de derechas “unos rojos” es que debemos hacer bien nuestro trabajo puesto que no somos de nadie y sólo nos debemos a nuestro lectores y trabajamos por llevar la verdad siempre porque se lo merecen, sin florituras ni aditivos, la realidad.