Con una población de tan solo 100 ejemplares en Europa, la musaraña elefante de orejas cortas (Macroscelides proboscideus) se ha convertido en un símbolo de los desafíos y logros en la conservación de especies poco conocidas.
Este pequeño animal, incluido en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ahora tiene un nuevo hogar en BIOPARC Valencia, el único parque en España que alberga una pareja de esta peculiar especie.
Un ejemplar único en España
La llegada de la musaraña elefante al parque valenciano ha sido un proceso meticuloso y lleno de esperanza.
En 2024, un macho proveniente de Frankfurt, Alemania, se unió al parque, seguido meses después por una hembra procedente de Walter Zoo, en Suiza.
Ambos ejemplares, aún jóvenes, representan la única pareja en España de esta especie única.
El reto para los especialistas de BIOPARC es garantizar que puedan convivir y reproducirse, un proceso que requiere tiempo y paciencia debido a la agresividad inherente de esta especie en sus interacciones iniciales.
Características fascinantes
La musaraña elefante de orejas cortas llama la atención no solo por su diminuto tamaño, de apenas 10 centímetros de longitud y un peso de 40 a 50 gramos, sino también por su curiosa anatomía.
Su hocico, que recuerda a una pequeña trompa de elefante, es una de sus características más distintivas.
Puede alcanzar velocidades sorprendentes de hasta 30 km/h, una habilidad notable para un animal tan pequeño
Aunque su nombre sugiere una relación con las musarañas o los elefantes, estudios recientes las catalogan como “sengis”, lo que subraya que son parientes lejanos de ambas especies.
Este dato recuerdan la complejidad y riqueza del árbol evolutivo de la biodiversidad.
Conservación y sensibilización
La misión de BIOPARC Valéncia se enfoca en la conservación activa de especies en peligro.
En el caso de la musaraña elefante, la estrategia incluye recrear hábitats que imiten su entorno natural, permitiendo que los ejemplares desarrollen comportamientos propios de su especie.
Este enfoque no solo busca el bienestar individual, sino también la viabilidad genética y la sostenibilidad de la población a largo plazo.
La musaraña elefante, con su rol en la cadena trófica y su peculiar biología, ejemplifica la importancia de proteger la biodiversidad en todas sus formas.