Esta semana ha sido la que ha confirmado la desestabilización de la política española, donde los partidos en el actual gobierno de España ahora en funciones están sufriendo un desgaste continuado por su pretensión de acceder al gobierno y las exigencias de los independentistas catalanes para tener su apoyo a una supuesta investidura de Pedro Sánchez que haga al propio Sánchez y a Yolanda Díaz acceder al gobierno.
La crisis del PSOE que está provocando la decisión de Sánchez
Las pretensiones de los independentistas catalanes para proceder a apoyar una investidura de Pedro Sánchez comienzan por una ley de amnistía para los políticos catalanes que está provocando la fractura del propio PSOE, donde varios de sus barones históricos ya se han mostrado diametralmente opuestos a una futura ley de amnistía y muchos dentro del histórico partido dudan de la legalidad de esta medida y advierten de su inconstitucionalidad.
Crecen las voces discordantes dentro del PSOE, a la vez que el malestar de votantes y dentro del propio partido que ya ha costado la expulsión de dirigentes históricos como Nicolás Redondo de un partido cada vez menos socialista y español y cada vez más al servicio de su propio secretario general, Pedro Sánchez.
Page y otros dirigentes socialistas cada vez apuestan más por un gobierno en coalición de partidos de estado, entre PP y PSOE y no entienden cómo lo que hasta ahora era impensable como inconstitucional ahora se valora, como una ley de amnistía que certificaría la desigualdad egtre españoles o como un futuro referéndum de autodeterminación para Cataluña, contrario a la propia Carta Magna.
Desde el entorno de Sánchez también crece el malestar con su socio de gobierno, con SUMAR y el partido amalgama de intereses y sopas de siglas que lidera Yolanda Díaz. Se le habría pedido discreción y que esté callada y no cause más polémicas.
Ataques a históricos dirigentes del PSOE que se salen de la foto
Todo vale estas semanas y quien se sale de la foto está descartado y parece ser enemigo, dicho y hecho. esta semana desde el entorno socialista se ha atacado al histórico Alfonso Guerra que estas semanas ha criticado duramente la actitud de Yolanda Díaz. Le llaman ahora machista por no declararse abiertamente feminista y porque dijo en una reciente entrevista en televisión que si la vicepresidenta tiene tiempo entre elegir modelitos de caros diseñadores y peluquerías para hacer política. Una realidad que vemos y percibimos todos los españoles pero que incomoda al gobierno y a los intereses de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
También se ha atacado desde medios afines al PSOE al propio Felipe González, cuando ha alzado su voz advirtiendo de la inconstitucionalidad de una posible amnistía y que se están traspasando todas las líneas rojas. «Se están rompiendo los consensos de la transición» advertía el ex-presidente Felipe González.
Problemas en SUMAR
Pero para el otro partido de la actual coalición Unidas Podemos ahora reconvertido en una sopa de letras de la izquierda del PSOE tampoco le está saliendo gratis, y su lideresa, Yolanda Díaz acusa el haber impuesto su criterio casi bajo amenaza. Los portavoces parlamentarios elegidos desde el entorno de la propia Díaz no han gustado en Podemos ni en Izquierda Unida y ya el propio secretario general de IU, Alberto Garzón se está poniendo en duda el propio modelo de partido.
Desde IU abogan por una gran federación de partidos de izquierda donde SUMAR sea un partido más y no la marca ni el proyecto. Un posicionamiento que crece dentro de esta amalgama de intereses y sopas de siglas creada de manera rápida y cuya lideresa autoimpuesta ha acaparado todo el poder de todos.
Habrá que comprobar el desgaste interno de los dos líderes y su contestación en sus respectivos proyectos políticos que puede truncar el futuro político de ambos dirigentes, dispuestos a llegar de nuevo a la Moncloa a costa de todo.