La Generalitat Valenciana ha puesto en marcha un plan de inspección para revisar el estado de 885 sótanos de edificios situados en 11 municipios afectados por las recientes riadas.
El objetivo es garantizar la seguridad estructural de estas infraestructuras, que han estado sometidas a una gran presión debido a la acumulación de lodo y agua.
El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha destacado que, tras la limpieza y evacuación de los garajes, ahora se da un paso más con esta actuación que incluye inspecciones técnicas detalladas.
Esta medida cuenta con un presupuesto de 676.750 euros, financiados por el Ejecutivo valenciano, y se llevará a cabo en colaboración con la Diputación de Valencia, el Consorcio Provincial de Bomberos y la Unidad de Evaluación de Daños y Recuperación.
Evaluación técnica de las estructuras
El plan de inspecciones consiste en la realización de catas y análisis estructurales en los sótanos afectados, con el fin de identificar posibles daños en pilares, vigas, muros y viguetas.
Los datos recopilados se comunicarán a los técnicos municipales, quienes validarán las inspecciones y establecerán recomendaciones preventivas.
Para llevar a cabo esta labor:
la Generalitat ha desplegado 17 equipos de técnicos especializados en rehabilitación y patología estructural, además de 14 expertos adicionales en estructuras de hormigón
Estos profesionales trabajan bajo la coordinación del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE) y cuentan con el respaldo de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (FEVEC).
Municipios afectados y cronograma de actuaciones
Los 11 municipios donde se desarrollará el plan son:
- Albal, Aldaia, Alfafar, Algemesí, Benetússer, Catarroja, Llocnou de la Corona, Massanassa, Paiporta, Picanya y Sedaví.
Se estima que las inspecciones finalicen en tres semanas, permitiendo así la activación de medidas preventivas en caso de detectar estructuras comprometidas.
Hasta el momento, ya se han realizado tres inspecciones piloto en Benetússer y Albal, permitiendo ajustar los protocolos de daños y gestión de incidencias.
Con la información recopilada, se elaborará un informe final que incluirá recomendaciones y medidas preventivas para minimizar riesgos en las edificaciones inspeccionadas.
Se priorizará la intervención en edificios de mayor antigüedad o que hayan estado expuestos a las cargas durante más tiempo.
Este plan refuerza el compromiso del Consell con la seguridad de las infraestructuras afectadas por las inundaciones, asegurando que las edificaciones puedan recuperar su funcionalidad con garantías estructurales adecuadas.