Unas cabinas para el siglo XXI: Al servicio de la sociedad
Pasa el tiempo y a quien no le crecen los enanos. El Ayuntamiento de Valencia, que ya gobierna la popular María José Catalá hace casi un año y es defensora de las nuevas tecnologías y de las TIC, mantiene retenido en los cajones un proyecto de una empresa valenciana de la comarca de la Safor para implantar unas 300 cabinas multifuncionales en otros tantos puntos de la ciudad a través de las cuáles los valencianos y residentes en la tercera capital de España podrán utilizar para paquetería, conocer el tiempo, la calidad del aire, la información turística y cultural o el control del ruido, entre otras utilidades de forma gratuita, eso sí la mercantil podrá poner publicidad. Algo así como lo de los mupis de una firma francesa, pero con mejores prestaciones.
La empresa creada ex profeso para la implantación de estas cabinas con las citadas presentó el proyecto al consistorio en marzo de 2023. Ya en esos momentos los distintos servicios municipales desconocían si era de su competencia o no tener la responsabilidad para ubicarlas. Ni el Servicio de Ocupación de Dominio Público, ni el de Ciudad Inteligente ni del de Descentralización y ni tan siquiera del de Ocoval manifestaron ser competentes para tramitar la petición de la empresa valenciana que, evidentemente, favorecería y mucho la accesibilidad a mucha información de los residentes en la capital de la tercera ciudad de España.
Finalmente, fue preciso un informe de la secretaria Municipal, pero a las alturas de hoy la decisión para desplegar las cabinas esta parado y más que parado y sigue sin valorarse. Habrá que preguntar a la Secretaría Municipal sino ha hecho los deberes o sencillamente si los funcionarios no han puesto en conocimiento del concejal correspondiente bien de Ciudad Inteligente, Dominio Público o Descentralización algo de un proyecto de una empresa valenciana de la comarca de la Safor con una inversión de varios millones y una utilidad sinfín.
Esta semana en los periódicos la noticia es la retirada de las cabinas de telefónica que ardían de suciedad en sus paneles cuya desinstalación se pidió hace dos años y también la alcaldesa deberá preguntar a sus concejales los motivos de un bloqueo a una empresa valenciana para desarrollar este proyecto. No lo dilate mucho y haga sus deberes preguntando a quienes toca, a Jesús Carbonell y a María José Ferrer San Segundo, por ejemplo.
Luego se puede escuchar cuánto cuesta abrirse camino en Valencia. Los funcionarios y su burocracia. ¿Quién marca las directrices en el ayuntamiento los funcionarios o el equipo de gobierno? Sino que le pregunten a los promotores de hoteles y residencias quienes en algunos casos han esperado años y años su licencia de obras y actividad y algunos emprendieron obras y abrieron su permiso.
Dicho queda en este principio de abril de 2024.