Tras 15 días de angustia, los cuerpos de los menores arrastrados por la riada en Torrent fueron localizados. La tragedia conmociona a Valencia y despierta reflexiones sobre prevención ante fenómenos extremos.
Introducción
La DANA que golpeó Torrent el pasado 29 de octubre dejó una huella imborrable en la comunidad. Rubén, de cinco años, e Izan, de tres, desaparecieron aquel día cuando una tromba de agua arrasó la pedanía de Mas del Jutge. Su búsqueda, que movilizó a cientos de voluntarios y efectivos especializados, concluyó con el hallazgo de sus cuerpos a más de 10 kilómetros de distancia.
La tragedia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las zonas urbanas frente a fenómenos meteorológicos extremos y ha dejado una herida profunda en la sociedad valenciana.
El fatídico 29 de octubre: una tormenta devastadora
Eran las 18:30 cuando la fuerza de la DANA desbordó el barranco de l’Horteta en Torrent. La riada, descrita por testigos como “brutal”, arrastró todo a su paso, incluidos vehículos y escombros que impactaron contra la vivienda de la familia de Rubén e Izan.
El padre de los niños intentó protegerlos llevándolos a una zona más segura de la casa, pero el agua entró con tal fuerza que la situación se volvió incontrolable. Un vecino relató el momento:
“El padre los tenía agarrados junto a un árbol, pero la fuerza del agua fue demasiado. Se los arrebató de las manos.”
Al día siguiente, con el nivel del agua descendiendo, el padre inició una búsqueda desesperada que pronto movilizaría a toda la comunidad.
Dos semanas de búsqueda incansable
La desaparición de los pequeños unió a vecinos, cuerpos de seguridad, organizaciones y voluntarios en una de las operaciones más intensas vistas en la región. Desde el primer momento, equipos especializados como los bomberos, buzos y rescatistas comenzaron a peinar el área.
El esfuerzo se extendió durante 15 días, incorporando tecnología avanzada como drones y satélites para rastrear zonas inaccesibles. También se sumaron equipos internacionales como los Topos Azteca de México y el Grupo Balear de Rescate, cuyos perros entrenados rastrearon pistas en los alrededores de Torrent y Catarroja.
Antonio Izquierdo, miembro del Grupo Balear, describió las condiciones del operativo:
“Era un escenario devastador. El lodo, el agua y los escombros dificultaban el acceso. Revisamos cada rincón, pero los resultados eran desalentadores.”
El hallazgo: un desenlace devastador
Finalmente, el 15 de noviembre se confirmó la noticia que nadie quería escuchar: los cuerpos de Rubén e Izan fueron encontrados. Uno apareció en Catarroja y el otro en Massanassa, ambos arrastrados por más de 10 kilómetros desde su hogar.
El anuncio lo realizó un tío de los niños a través de las redes sociales, con un emotivo mensaje:
“Se acabó esta puta pesadilla de 15 días de locura. Gracias a todos los que han ayudado, nunca olvidaremos vuestro apoyo.”
El hallazgo cierra un capítulo de incertidumbre para la familia, pero deja una profunda tristeza en Torrent y en todos los que participaron en la búsqueda.
Torrent: una comunidad unida frente a la adversidad
La tragedia de Rubén e Izan mostró el poder de la solidaridad en momentos de crisis. Vecinos de Torrent, Picanya y Paiporta se unieron a las batidas, mientras comercios locales ofrecían apoyo logístico, como alimentos y puntos de encuentro para los voluntarios.
El restaurante La Curra, en Torrent, se convirtió en el epicentro de las operaciones, donde cada mañana se organizaban las salidas de búsqueda. Decenas de personas, muchas sin experiencia previa, se sumaron al esfuerzo, movidos por el deseo de encontrar a los pequeños.
Javier, uno de los voluntarios, relató:
“Aunque la situación era caótica, todos teníamos la esperanza de dar con ellos. Ver a tantos jóvenes y mayores trabajando juntos fue muy emocionante.”
Impacto de la DANA en Valencia
La DANA dejó un rastro de destrucción en la Comunidad Valenciana, afectando especialmente a municipios como Torrent, Paiporta y Massanassa. Las inundaciones arrasaron viviendas, vehículos y calles enteras, dejando a decenas de familias desplazadas.
Expertos en meteorología advirtieron que el cambio climático está intensificando fenómenos como las DANAs, haciéndolos más frecuentes y peligrosos. Este evento pone de relieve la necesidad de mejorar las infraestructuras en zonas de riesgo y de implementar planes de prevención más efectivos.
Reflexiones tras la tragedia
La muerte de Rubén e Izan es un recordatorio doloroso de la fuerza destructiva de la naturaleza. La familia, apoyada por una comunidad unida, deberá ahora enfrentarse al difícil proceso de duelo. Por su parte, las autoridades locales han iniciado planes para evaluar los daños y trabajar en medidas que reduzcan el impacto de futuras tormentas.
El espíritu solidario que emergió durante esta tragedia será recordado como un testimonio de la resiliencia de Torrent. Mientras tanto, los pequeños Rubén e Izan serán siempre recordados como el corazón de una comunidad que luchó hasta el final por encontrarlos.
¿Qué acciones crees que deben tomarse para mejorar la seguridad en zonas vulnerables a inundaciones como Torrent?