1.952 Hectáreas menos de tierras de cultivo en la CV en 2023 por el abandono de tierras

1.952 Hectáreas menos de tierras de cultivo en la CV en 2023 por el abandono de tierras

El abandono de tierras de labranza en la Comunitat Valenciana siguió aumentando este 2023, llegando a sumar otras 1.952 hectáreas de tierras abandonadas. Llegando a superar el 35% de la superfície total disponible para cultivar la abandonada en la Comunitat Valenciana.

En la Comunitat Valenciana existen 622.144 hectáreas de tierras de cultivo, lo que supone casi 2.000 hectáreas menos que el año anterior, aumentando un 0,3% en sólo un año la superficie de tierras abandonadas.

En cuanto a tipologías de cultivo cayó la superficie de cultivos leñosos, con 1.042 hectáreas menos en 2023, seguida de la tierra arable con 235 hectáreas menos y otras tierras de cultivo que perdieron 676 hectáreas. Por lo que respecta a la disminución de tierra arable se redujeron en 3802 hectáreas los cereales, 1.908 hectáreas menos de forrajeras, 1737 hectáreas menos de cítricos y 921 hectáreas menos de viñedos.

Los cítricos y los frutales siguen siendo los que dominan la agricultura valenciana, que significan la mitad de las tierras de cultivo.

El caso de l’Horta de Valencia

 

L’Horta de Valencia acumula más de la mitad de tierras abandonadas por la escasa rentabilidad, unido a los robos, y el escaso respecto por los agricultores, pero la Ley de protección de la Huerta ha tenido un balance negativo, ya que no permite muchos usos y encorseta enormemente a los agricultores, perjudicándoles y al final dando como resultado el abandono de las tierras.

«La imagen de la Huerta de Valencia es muy bonita, pero la realidad es que los campos no son rentables y se abandonan»

Desde AVA ASAJA se asegura que legislar sin contar con los agricultores tiene consecuencias para todos, y advierte de uqe la edad edia del agricultor valenciano es en torno a los 65 años.

El ejemplo de agricultor valenciano tipo en un señor de unos 65 años que tiene unas hanegadas de terreno (minifundio).

Precisamente el minifundismo es la principal característica del campo valenciano y es un problema para sacar rentabilidad a la cosecha, además de que los problemas se acumulan sin resolverse en el campo valenciano.

«Tenemos que recuperar el potencial perdido y revalorizar los productos. El campo ha de ser atractivo para nuestros jóvenes que han de poder vivir de él»

«Con las próximas exigencias de la UE donde al agricultor entre el cuaderno digital agrario y otras exigencias van a convertir al agricultor en un oficinista pegado a su portátil los abandono de tierra crecerán».

Pero desde AVA ASAJA advierten de que hay que profesionalizar al sector y advierten de que los agricultores no encuentran collas de «collidors con experiencia». «A veces los que van a recoger la naranja ven en el campo su primer naranjo«. Recuerdan que muchas veces es difícil encontrar expertos que fitotécnicos y podadores y abogan por la profesionalización por el bien de los cultivos.

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