Un Guardia Civil de Tráfico ha salvado la vida de un conductor que quedó atrapado en su vehículo articulado, que se incendió tras un accidente en la CV-32. A pesar del fuego y el humo intenso, el agente logró rescatar al herido justo a tiempo.
El pasado 3 de octubre de 2024, un Guardia Civil de Tráfico protagonizó un heroico rescate en la carretera CV-32, a la altura del kilómetro 313,800, en la incorporación a la A-7, cerca de Massamagrell. Un vehículo articulado sufrió un siniestro vial tras salirse de la vía y colisionar con el lateral de un túnel, lo que provocó que el camión girara sobre su propio eje y quedara encajado. El impacto originó un incendio en la cabina y parte del remolque, poniendo en grave peligro la vida del conductor, quien quedó atrapado dentro de la cabina, sin posibilidad de escapar por sus propios medios.
Un rescate heroico
El conductor, tras el accidente, quedó inmovilizado dentro del habitáculo del camión debido a la gravedad del choque y al cinturón de seguridad que lo mantenía sujeto. Para empeorar la situación, los líquidos inflamables del vehículo comenzaron a derramarse, alimentando un incendio que rápidamente envolvió la cabina y el remolque.
Afortunadamente, la rápida actuación de un Guardia Civil de Tráfico, perteneciente al Destacamento de Valencia B, evitó lo que podría haber sido una tragedia. El agente, sin dudarlo, se adentró en la cabina del camión envuelta en llamas y, utilizando su navaja reglamentaria, logró cortar el cinturón de seguridad que mantenía atrapado al conductor.
A pesar de las llamas y el intenso humo, el Guardia Civil consiguió liberar al conductor y sacarlo del vehículo justo a tiempo, evitando así que sufriera daños más graves o, incluso, que perdiera la vida. Gracias a su intervención rápida y valiente, el herido fue puesto a salvo antes de que el fuego consumiera por completo la cabina.
El estado del conductor tras el rescate
Una vez rescatado, el conductor fue atendido de inmediato por los servicios sanitarios que se desplazaron al lugar del accidente. Tras estabilizarlo, las autoridades llevaron a cabo la prueba de alcoholemia, dado que se trataba de un conductor profesional. Para sorpresa de todos, el test reveló que el hombre presentaba una tasa de alcohol 10 veces superior a la permitida para los conductores profesionales, registrando un 0,15 mg/L, cuando el límite legal en estos casos es de 0,015 mg/L.
Consecuencias legales para el conductor
Debido a los resultados de la prueba de alcoholemia y la gravedad del accidente, el Equipo de Investigación de Siniestros Viales de la Guardia Civil de Tráfico ha elaborado diligencias por un delito contra la seguridad vial. El caso será remitido al Juzgado de Massamagrell, donde el conductor podría enfrentarse a sanciones severas.
Entre las posibles penas, el conductor se arriesga a una condena de hasta 6 meses de prisión y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un período de hasta 4 años. Este tipo de sanciones reflejan la seriedad con la que se tratan los delitos relacionados con la conducción bajo los efectos del alcohol, especialmente cuando involucran a conductores profesionales, que tienen una mayor responsabilidad en la carretera.
Un recordatorio sobre la seguridad vial
Este incidente, además de resaltar la valentía del Guardia Civil que salvó la vida del conductor, también pone de manifiesto los peligros de la conducción bajo los efectos del alcohol, especialmente para quienes manejan vehículos pesados. El riesgo de accidentes graves aumenta considerablemente cuando un conductor no está en plenas facultades, y la rápida propagación de un incendio en un vehículo de grandes dimensiones como este puede tener consecuencias fatales.
La Guardia Civil y las autoridades de tráfico continúan recordando la importancia de respetar las normas de seguridad vial, incluyendo los límites de alcoholemia, para evitar situaciones de peligro tanto para los conductores como para los demás usuarios de la vía.