Los delitos bajan en un 2,4% pero se desconocen cual es el origen de más de 6.000
Desde el punto de vista político es fácil utilizar los datos de delitos o criminalidad en beneficio propio o demagógicamente, pero las cifras son las que son. Lo digo esto por el uso partidista que desde los grupos de la oposición en cualquier ayuntamiento se pueda hacer de las cifras cuando se conocen como cuando lo hacía quien ahora gobierna. Las cifras son las que son y nadie puede cambiarlas.
En la ciudad de Valencia el porcentaje de criminalidad en el primer trimestre de 2024, es decir los delitos cometidos, sólo ha aumentado un 0,1% y ha descendido en un 2,4% en la llamada criminalidad convencional, aquella donde no se computan las infracciones penales cometidas por medio de medios cibernéticos, según los datos del Ministerio del Interior del Gobierno Central que suele publicar regularmente.
¿Somos, pues más seguros en nuestras calles y plazas? Con las frías cifras en la mano, y contemplando el esquema del Ministerio del Interior, la respuesta es afirmativa con lo cual debemos felicitar a todos los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil sin dejar de lado a los efectivos de las Policías Locales, todo suma cuando todo resta.
Y además, debe tenerse en cuenta que, en la ciudad de Valencia, la comisión de delitos baja en un 2,4% mientras en el computo general sube un 0,1%. En Alicante los delitos suben un 4,7% y el cómputo global un 3,8%.
Dicho todo esto lo más preocupante son los delitos cometidos mediante herramientas cibernéticas con un incremento del 17,9%. Si en el primer trimestre del año pasado se cometieron 2.052 infracciones penales en los primeros cuatro meses de 2024 han sido 2.420.
Y de estas, las estafas informáticas acaparan la atención con un aumento del 18,5%, se han realizado casi 250 más que en los tres primeros meses del año pasado.
Pues bien, la Policía, la Guardia Civil y la Policía Local tienen ya un cometido entre sus objetivos: Mejorar e incrementar los cursos de formación a los ciudadanos para evitarles más estafas a lo largo de su quehacer diario. Acudan a colegios, colectivos sociales, vecinales, culturales y festivos a formar para que sepan cómo evitar ser estados.
En relación a la criminalidad convencional el descenso es del 2,4% destacando el descenso en los delitos contra la libertad sexual, los robos con violencia e intimidación o los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones.
Cabe recordar, que si a quien se le comete el delito no acude a denunciarlo ese hecho no figura en estas cifras. Cuesta dar ese paso, pero es necesario para que los agentes sepan donde se producen más o menos robos o hechos delictivos.
Ahora bien, no todo el monte es orégano. A quien esto escribe me gustaría que desde el Ministerio del Interior hubiese más visibilidad o transparencia en lo siguiente. De los 14.223 delitos cometidos en criminalidad convencional 6.291 figuran como resto de criminalidad convencional. O sea, no sabemos a qué se corresponde. Señor ministro, señora delegada del Gobierno apúnteselo como un debe con la ciudadanía y el cumplimiento de la Ley de Transparencia.
Ah, por cierto, los hurtos, los robos de cartera, por ejemplo, han disminuido en casi un 10%. Señores carteristas o su profesión está en decadencia o la policía les ha tomado el pulso.