La suciedad sigue campando en la Plaza del Mercado Central, y es que cada mediodía cientos de visitantes de la zona acaban comiendo en los escalones del Mercado central o en La Lonja, pese a estar prohibido, porque no hay policía local que les indique tal prohibición. Tampoco los funcionarios de la Concejalia de Mercados ni de la Lonja.
La Plaza del Mercado se convierte en un comedor cada día a mediodía, donde cientos de turistas consumen lo comprado, un turismo low cost que deja su huella en la ciudad.
Así, las papeleras a pesar de que es conocido que a mediodía están completamente llenas de basura siguen así hasta la tarde, y una vez llenas, sólo queda dejar la basura y los restos de comida junto a las mismas o sobre las mismas.
Un problema conocido al que nadie parece querer ponerle solución en este turismo low cost que campa a sus anchas en Valencia.
Y por si fuera poco, bicicletas…sin control
No es la primera vez que los cruceristas se trasladas en bicicletas, decenas de ellas, que aparcan sin control alguno frente a la Lonja, en la Plaza de la Mare de Deu o en las Torres se Serranos.
De nuevo ningún policía en la zona para multar una situación repetitiva de ocupación de espacio público, más bien invasión.
No tenemos una policía turística como en Roma que recuerde a los turistas las prohibiciones, más bien, todo vale, como tampoco tenemos servicios de limpieza en las zonas más masificadas y conflictivas.
Valencia y su turismo low cost
Valencia está incentivando un turismo low cost que mucho afecta a la ciudad y sus gentes y poco valor añadido deja en la Ciudad, un turismo fomentado desde el propio Ayuntamiento que no regula absolutamente nada.
“La policía local en el centro si dejas el coche tres minutos para descargar la compra te multa, pero si dejas cien bicis en la puerta de la Lonja infringiendo una docena de leyes no pasa nada”
Una realidad a la que Catalá tiene que hacer frente porque desde el Ayuntamiento se habla de turismo inteligente y de calidad pero la realidad es que se sigue fomentando un turismo low cost en el que todo vale.
No es mala abrir el melón del debate del modelo turístico, un debate sosegado y en el que han de implicarse todos, vecinos, comerciantes, instituciones y operadores turísticos. Pero la situación actual polariza las posturas y va directo a la confrontación.
Esto no va de turismo sí o turismo no, va de acatar la normativa y generar un turismo de calidad, respetuoso con la ciudad y que aporte beneficios, no de turismo de borrachera y de bici donde todo vale.
La ciudad ha de tomar cartas en el asunto y por supuesto reforzar la limpieza en las zonas donde se conoce perfectamente los problemas diarios. Muchos nos negamos a seguir teniendo una ciudad sucia con una imagen lamentable.
¿Y si creamos la policía turística?
Una policía turística en contacto con brigadas de limpieza y que impida seguir utilizando las escaleras del Mercado y de la Lonja como merenderos estaría bien. Una policía que impida que algunas empresas turísticas circulen en bicicleta en zonas peatonales y te tengas que apartar para no ser arrollado. Una policía que multe al infractor reincidente y de paso controle a algunos establecimientos hoteleros que multiplican por dos la capacidad de sus terrazas, porque la gran mayoría cumple, pero hay que perseguir y sancionar a los que hacen negocio vulnerando las normativas y perjudicando a la gran mayoría de los valencianos.
Sólo es cuestión de voluntad política señora Catalá…