Finalmente habrá dos asociaciones distintas de afectados por el pavoroso incendio de Nou Campanar que de momento se ha saldado con 10 fallecidos y es que entre las 138 viviendas muchas de ellas estaban ocupadas por inquilinos alquilados que lo han perdido todo.
Dos asociaciones distintas
Así, hay dos tipos de afectados, los propietarios de viviendas que han perdido su vivienda y los inquilinos que han perdido todas sus pertenencias y su vivienda. La mayoría de los inquilinos pagaban más de 1.000€ al mes por al alquiler de viviendas en estos dos edificios, con viviendas de 1 a 4 habitaciones.
Ayer se produjo la primera de las reuniones de afectados en la que los propietarios parece expulsaron de sus viviendas a los inquilinos, que decidieron que sus intereses eran otros y montar como afectados una segunda asociación. Así, finalmente habrán dos asociaciones de perjudicados por el incendio, una que propietarios de viviendas y otra de inquilinos afectados.
Dos intereses distintos y posiblemente contrapuestos
Los propietarios han perdido su vivienda y la mayoría tienen una hipoteca con la entidad bancaria del Banco de Santander, y ahora entre sus intereses está la de paralizar la hipoteca de una vivienda que ya no tienen, y ahora son propietarios de unas ruinas y según la legislación de un pedazo o porcentaje de terreno de los más de 3.200 metros cuadrados de terreno sobre los que se levantan ambos edificios siniestrados. Igualmente ellos tienen derechos sobre el continente y contenido de lo perdido.
La comunidad de vecinos tiene el seguro de la Comunidad de Propietarios en la asegurados Mapfre.
Por otra parte, los inquilinos han perdido efectos personales, electrodomésticos, ropas y hasta mobiliario en algunos casos, mascotas y enseres y se han quedado en la calle de un día a otro. A veces sus intereses pueden colisionar, puesto que el contenido de las viviendas se indemnizará a los tomadores del seguro que son los propietarios.
Por ello ha sido imposible hacer una única asociación que englobe sus intereses, ya que los inquilinos del edificio representan un alto porcentaje de ocupación de ambos edificios e igualmente se han quedado sin casa y sin enseres y temen quedar sin muchos de sus derechos al no ser los propietarios.
Esto aumentará el número de afectados, ya que hay muchos propietarios de pisos que no residían en el edificio y lo tenían alquilado, por lo que los afectados se elevan a cerca de medio millar.
Ahora las administraciones deberán salvaguardar los intereses de todos, los propietarios residentes en el edificio, los propietarios no residentes, y los inquilinos afectados.
Los problemas de los vecinos, por desgracia para ellos sólo han hecho que comenzar, y deberá ser labor de las instituciones que la tortura para estos vecinos no siga y se cierre con el incendio, que ya ha tenido consecuencias nefastas para ellos.