Así se desprende del estudio presentado hoy por Autismo España, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Falta de formación específica de los equipos profesionales, barreras en el acceso a la justicia y cuestionamiento, principales dificultades a las que se enfrentan las mujeres autistas que sufren violencia de género.
El estudio ofrece recomendaciones para mejorar la atención a las niñas y mujeres en el espectro del autismo que hayan podido experimentar este tipo de situaciones.
La investigación apunta a que las niñas y mujeres con autismo son especialmente vulnerables ante las distintas formas de violencia de género, como violencia sexual, psicológica, agresiones o esterilización forzosa (Alricksson-Schmidt et. al., 2010; Hervás, 2016, 2022; Gibbs et. al., 2023). Por este motivo, Autismo España puso en marcha en 2022 un estudio que persigue un doble objetivo:
- Conocer cómo afecta la violencia contra las mujeres y niñas autistas y cómo se articula la respuesta a sus
necesidades desde la red de recursos de apoyo a víctimas de estas situaciones. - Favorecer una respuesta especializada a las situaciones de violencia de género que puedan experimentar,
facilitando herramientas y formación específica en autismo a los equipos profesionales de los recursos
comunitarios que atienden a víctimas de este tipo de violencia.
Los resultados de este estudio se han presentado hoy en una jornada organizada en el marco del Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el próximo 25 de noviembre. Como
ha asegurado la vicepresidenta de Autismo España, Mercedes Molina, se trata de una “investigación pionera en
la visibilización y la sensibilización sobre la intersección entre autismo, género y violencia”. Un trabajo fruto de
varios años para visibilizar una realidad “que requiere una respuesta urgente por parte de la sociedad para
garantizar una sociedad libre de violencia para todas las personas”.
La jornada ha sido inaugurada por Juan Álvarez Hernando, vocal asesor de la Delegación de Gobierno contra la
Violencia de Género, quien ha reiterado el compromiso de la Delegación para que las mujeres y niñas autistas
“encuentren en el Estado una protección real, empática y efectiva”. En este sentido, ha asegurado que, pese a
los avances conseguidos, queda mucho camino por recorrer para “desarrollar políticas públicas que respondan
a sus necesidades, siendo de vital importancia promover la concienciación y sensibilización social sobre su
especial vulnerabilidad, así como la adaptación de los recursos a sus necesidades específicas”.
Por parte de la Policía Nacional, institución participante en el estudio, han intervenido dos profesionales de la
Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), especializada en violencia de género, doméstica y sexual. María
del Carmen Pavón de Paula se ha referido al protocolo general de actuación firmado en 2022 con Autismo
España con el objetivo de eliminar las barreras de acceso al sistema policial para las personas con autismo. Una
colaboración que, en la práctica, supone una línea directa de comunicación entre ambas organizaciones, así
como la disponibilidad de la red de puntos de contacto TEA en todas las comunidades autónomas y la
participación conjunta en acciones formativas, publicaciones y estudios.
Noelia Revuelta Fuertes, por su parte, ha compartido la necesidad de que los y las policías dispongan de
formación básica sobre autismo, a fin de poder ajustar el procedimiento y dar a la persona los apoyos que
necesita, por ejemplo, para la toma de declaración en sede judicial. Todo ello con el objetivo de facilitar un
trato adecuado a las mujeres y niñas con autismo que acuden a la Policía Nacional para denunciar un posible
caso de violencia de género.
Resultados del estudio
En el estudio participaron 19 profesionales con experiencia en violencia de género, 9 mujeres en el espectro del
autismo víctimas de violencia de género y 123 profesionales, pertenecientes a la UFAM y a la Asociación a Favor
de Personas con Discapacidad de la Policía Nacional (AMIFP). Del análisis de las entrevistas y cuestionarios se
desprenden estas conclusiones:
- Las mujeres con autismo pueden tener dificultades para identificar situaciones de riesgo e interpretar las
intenciones de terceras personas, así como para comunicar lo que ha ocurrido, lo que las puede llevar a no
denunciar o a negar la situación de violencia. - Se necesitan programas de prevención específicos para las niñas y mujeres con autismo, que les ayuden a
reconocer situaciones de violencia y herramientas para buscar ayuda. - Las redes de atención carecen de programas, protocolos o recursos específicos sobre autismo. Lo mismo
ocurre con los equipos profesionales de atención: su falta de formación sobre la condición puede llevar a no detectar adecuadamente situaciones de violencia en estas niñas y mujeres ya derivarlas a recursos
específicos de autismo quienes, a su vez, no tienen formación en violencia de género. - Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como los operadores jurídicos, también carecen de
formación específica sobre autismo. Esta situación puede llevar a las mujeres a sufrir revictimización, al tener que repetir su testimonio una y otra vez, o a no sentirse seguras durante el proceso de denuncia. - Se necesitan protocolos para garantizar la accesibilidad cognitiva en todas las etapas del proceso dedenuncia, para facilitar la participación de las mujeres en entornos seguros y amigables con el autismo, así
como sistemas de apoyo efectivos en los juzgados. - Se necesitan centros de urgencia y acogida especializados para mujeres con autismo, condiciones de salud
mental y/o discapacidad, que tengan en cuenta sus necesidades y características específicas. - La prevención, la detección precoz y el apoyo a las víctimas son los ejes clave de una respuesta especializada a las niñas y mujeres con autismo que hayan sufrido violencia de género.
Recomendaciones para una respuesta especializada a las mujeres con autismo víctimas de violencia de género
para mejorar la atención a las niñas y mujeres en el espectro del autismo que hayan podido experimentar
situaciones de violencia de género, entre las que destacan:
- Desarrollar materiales y recursos en formatos de fácil comprensión dirigidos a las mujeres en el espectro del autismo, que faciliten la identificación de las situaciones de violencia de género.
- Formar sobre autismo a los y las profesionales de la red de atención a víctimas de violencia de género.
- Sensibilizar sobre violencia de género a profesionales de centros y servicios de atención a personas autistas.
- Fomentar la coordinación entre profesionales de distintos servicios de atención a niñas y mujeres con
autismo, para ofrecer una intervención holística. - Desarrollar programas específicos para abordar las necesidades de las mujeres autistas víctimas de violencia de género, incluyendo el acceso a información clara y accesible, apoyo emocional, asesoramiento legal y psicológico especializado.
- Mejorar la atención policial y acceso a la justicia para las mujeres autistas, estableciendo un protocolo
específico que asegure la accesibilidad cognitiva en todo el proceso de denuncia y garantizando la
presencia de facilitadores y acompañantes. - Crear centros de acogida especializados en mujeres víctimas de violencia de género con autismo, donde se
permita el acceso de sus hijos e hijas. - Establecer una red de apoyo para las mujeres con autismo, formada por otras mujeres en situaciones
similares y por profesionales de diferentes recursos.