La Catedral de Valencia ha acogido hoy la presentación de la delicada limpieza y restauración que se ha realizado en el último año en la majestuosa Custodia del Corpus, que como es tradición, saldrá en procesión este próximo domingo 22 de junio, solemnidad del Corpus Christi. Esta Custodia es la custodia procesional más grande del mundo y la mayor obra de orfebrería del siglo XX.
En la presentación han participado el Deán de la Catedral, Vicente Fontestad; el delegado de Patrimonio y director del Museo Catedralicio, José Verdeguer; la restauradora responsable de la intervención, M. Llanos Flores, y la directora general de Patrimonio Cultural de la Generalitat Valenciana, Marta Alonso.
La restauradora, M. Llanos Flores, ha explicado que la Custodia requería una profunda restauración dado los problemas que tenía de corrosión producidos por la lluvia, la humedad y por su uso habitual. Lo que se ha realizado, ha matizado, es «una limpieza y restauración curativa con un criterio escrupulosamente respetuoso con la obra, sin añadir nada». «Se ha trabajado a varios niveles porque según qué tipo de zonas respondían de una forma u otra a los tratamientos, pero siempre intentando no perjudicar, porque lo que había que hacer era sacar el dorado antiguo, un dorado que se hizo al mercurio, que ahora ya está prohibido, de forma que no se quitara su lectura histórica, su identidad».
Llanos, experta en metales y en esmaltes, ha contado en la restauración con la ayuda de sus hijos, Antonio y Rocío Herrera y con los orfebres Hermanos Monedero. La restauradora ha reconocido que la Custodia «es extraordinaria, ya que no es fácil trabajar piezas pequeñas, y en ella se ve esa gran calidad en la expresión en los rostros, en los gestos, en las vestiduras, en el tratamiento en general tan exquisito, no hay palabras para definirlo, no hay duda que tiene un valor incalculable, fueron grandes maestros quienes la hicieron». También ha explicado que en ella se ve «ese estilo valenciano, que transmite alegría, que coge estilos como el renacimiento o el barroco, los transforma y los adapta a la época del siglo XX».
La limpieza que se ha llevado a cabo ha consistido en la limpieza de suciedades acumuladas corrosión, sulfuro, barnices antiguos, oscurecimiento general de la plata sobredorada así como el tratamiento de abrasiones, deformaciones y abolladuras.
Además de la restauración y limpieza se ha renovado por completo toda la iluminación con el objetivo de realzar la obra y al Santísimo Sacramento.
Por su parte el Deán de la Catedral, Vicente Fontestad, ha agradecido el trabajo de la restauradora y ha destacado que la Custodia «con el Señor, sacramentado, con la presencia real de Jesucristo, es un diálogo de amor, evidentemente el amor de Dios es infinito y no tiene medida y el nuestro siempre es limitado, pero el pueblo valenciano ha querido expresar de esta manera nuestro cariño al Señor». «Es verdad que este diálogo de amor no debe quedar solamente en obras artísticas, ha de quedar sobre todo en el corazón de cada uno de nosotros. El día del Corpus es también el Día Nacional de Caridad, que nos invita a demostrar ese amor al Señor realmente amando a los demás, preocupándonos por los demás, viviendo la caridad», ha añadido.
En la presentación la directora General de Patrimonio, Marta Alonso, ha señalado que es «un orgullo para los valencianos tener esta gran obra de orfebrería». Alonso también ha destacado que «la Catedral es una joya que representa la historia de nuestro pueblo valenciano y cada rincón de este templo alberga la historia para recordarnos la grandeza de nuestra historia como pueblo». En este sentido, ha mostrado la importancia de cuidar este patrimonio siempre «con los mejores restauradores y artistas para buscar la excelencia».
La responsable de Patrimonio también ha transmitido el deseo de la Generalitat por seguir cuidando el patrimonio de la Seo y colaborando con el Cabildo para mantenerlo. «Las joyas que están en esta Catedral también son un hito y tenemos que estar orgullosos y contarlas siempre al mundo, porque nos visitan de todo el mundo y somos un ejemplo. Sabemos que está en las mejores manos, que ha estado en las mejores manos y que va a seguir en las mejores manos«, ha remarcado.
José Verdeguer, delegado de Patrimonio de la Catedral, ha destacado que el fin de la Custodia «es dar culto a Jesús Sacramentado y que se construyó para salir a las calles, y por tanto, para sufrir, puesto que sus materiales son delicados». También ha anunciado que la Catedral está trabajando para adecuar el espacio donde se expone durante todo el año para que se mantenga en buenas condiciones.
La Custodia de los pobres
La Custodia de Valencia se conoce como la ‘Custodia de los pobres’ porque tras la guerra civil, el pueblo valenciano se movilizó con todo tipo de donaciones. La Custodia que cada año porta al Santísimo Sacramento por las calles de la ciudad fue construida tras la Guerra Civil y su construcción fue promovida por el jesuita Antonio de León, que contó con el apoyo del entonces arzobispo de Valencia, Prudencio Melo. Para poder llevar a cobo este proyecto se movilizó el pueblo valenciano, que se volcó con los donativos, cada uno aportando lo que podía. De hecho aportaron incluso joyas familiares que se incluyeron en la Custodia.
La obra, que se finalizó en 1954, fue realizada por el orfebre valenciano Francisco Pajarón y el arquitecto Vicente Traber. Se trata de la más importante obra de orfebrería de toda Europa en el siglo XX y como definía Antonio de León «es un poema labrado en plata cuyo argumento es la glorificación de Jesucristo».
En ella también hay centenares de piedras preciosas y miles de perlas, 159 imágenes cinceladas de personajes del Antiguo Testamento y santos, 44 relieves con escenas bíblicas, 48 escudos en esmalte de gran formato y 71 campanillas de distintos tamaños. Para la conducción se precisan once kilómetros de soldadura de plata, 36.000 tornillos para unir las de 20.000 piezas de todo el conjunto. En su construcción colaboraron varios artistas ilustres valencianos.