Los equinos se encontraban en estado grave de abandono; el dueño alega problemas familiares como causa de la dejadez
Nuevo caso de maltrato animal en la provincia de Valencia. La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Oliva y el propio Ayuntamiento, ha abierto diligencias contra un hombre, propietario de siete caballos, tras localizar a los animales en estado de grave abandono, con signos evidentes de desnutrición, deshidratación y riesgo vital.
El caso vuelve a poner en el foco la vigilancia sobre el bienestar de los animales de granja y de recreo en el ámbito rural valenciano.
El aviso que destapó la situación crítica
La investigación se activó tras un aviso recibido por la Benemérita que alertaba sobre el mal estado de varios caballos alojados en una parcela rústica de Oliva (Valencia):
- Al acudir al lugar, los agentes comprobaron que los siete caballos presentaban un grave deterioro físico, con claros signos de deshidratación severa, extrema delgadez y abandono sanitario.
- Los animales se encontraban en un terreno sin agua suficiente, sin alimento adecuado ni los cuidados mínimos requeridos.
El propio propietario de la finca, al ser localizado por los agentes, admitió la gravedad de los hechos. Según su declaración, la situación de los animales se debía a problemas de salud de un familiar directo que le habrían impedido atender correctamente a los caballos durante un largo periodo.
Custodia urgente de los caballos para evitar su muerte
Ante el estado crítico en el que se hallaban los animales, el Ayuntamiento de Oliva activó de inmediato un plan de medidas cautelares urgentes:
- Un veterinario especializado fue movilizado para iniciar los tratamientos de rehidratación, alimentación controlada y recuperación física de los siete caballos.
- Se acordó mantener provisionalmente a los animales en la misma finca bajo supervisión técnica, evitando así traslados que pudieran agravar su delicado estado.
La rápida intervención veterinaria ha sido clave para evitar la muerte de varios de los caballos, cuyo deterioro había alcanzado ya un umbral peligroso.
Antecedentes previos por bienestar animal
La Guardia Civil ha confirmado que el propietario investigado, de nacionalidad española, ya contaba con antecedentes por infracciones administrativas previas relacionadas con el bienestar animal:
- Falta de registro adecuado de animales.
- Irregularidades en los controles veterinarios.
- Incumplimientos en el mantenimiento de los animales en años anteriores.
Estos antecedentes podrían agravar su situación judicial en el actual procedimiento penal abierto.
Delito de maltrato animal y traslado de las diligencias a la Fiscalía
El caso ha sido remitido a la Fiscalía Provincial de Valencia, que coordinará las diligencias junto al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Gandia, encargado de valorar los hechos como un presunto delito de maltrato animal.
La legislación actual en España establece penas de prisión y sanciones económicas para los delitos graves de abandono y maltrato que pongan en riesgo la vida de los animales.
Valencia: aumento de los casos de abandono de animales de recreo
Este nuevo caso en Oliva se suma a la creciente preocupación por el incremento de los abandonos de caballos, perros de caza y animales de granja en varios municipios rurales de la provincia de Valencia:
- Crisis económicas familiares.
- Falta de recursos para mantener animales de recreo.
- Aumento de los avisos a las fuerzas de seguridad por situaciones de riesgo para la vida de los animales.
Las asociaciones de protección animal en la Comunitat Valenciana reclaman desde hace años mayores controles preventivos, sobre todo en pequeñas fincas rurales donde los animales pueden quedar desatendidos durante meses.
La ley cada vez más estricta con el abandono animal
El endurecimiento progresivo de la normativa sobre bienestar animal en España contempla ahora:
- Sanciones más severas por abandono reiterado.
- La prohibición de volver a tener animales para los reincidentes.
- El impulso de vigilancia veterinaria obligatoria en explotaciones particulares.
Casos como el de Oliva (Valencia) subrayan la importancia de reforzar la vigilancia activa y la denuncia ciudadana para evitar tragedias en el mundo animal.