Las cuatro asignaturas pendientes de Catalá con el patrimonio de Benicalap
Más de dos años después de su elección como alcaldesa de Valencia, María José Catalá y su equipo de gobierno del PP-VOX siguen sin rehabilitar y poner en valor las cuatro joyas patrimoniales del barrio de Benicalap: La Ceramo, el Casino del Americano, la alquería de la Torre, y las construcciones privadas que forman parte del conjunto rural de la alquería dels Moros.
Echando la vista atrás a las dos anteriores legislaturas, es fácil encontrarse con notas de prensa en las que Catalá, desde la oposición, reclamaba una y otra vez la recuperación de estos bienes y su urgente rehabilitación, echando en cara al entonces equipo de gobierno de Compromís-PSOE su incapacidad para poner en marcha estos proyectos durante los ocho años que estuvieron al frente de la alcaldía.
https://conocevalenciapaseando.blogspot.com/2025/02/benicalap-ano-cero-un-patrimonio-que.html
Pero la hemeroteca tiene muy buena memoria y funciona en ambos sentidos. Desde la oposición al gobierno y desde al gobierno a la oposición. Y la mayoría de los políticos terminan siendo cautivos y rehenes de sus propias palabras, plasmadas en negro sobre blanco o en declaraciones grabadas por la radio y en televisión.
Y la realidad siempre vuelve a poner las cosas en su sitio por más promesas y buenas palabras que, regularmente, sean plasmadas en notas de prensa precocinadas que son enviadas regularmente a los diferentes medios de comunicación para que las publiquen, tan cual salen de la cocina y sin el más mínimo análisis crítico sobre el humo enlatado que nos están intentando colar. ¿Cuántas veces nos han repetido en la última década, hasta la extenuación, que iban a rehabilitar ya estos cuatro bienes? Sólo hay que acercarse a estos edificios para ver que todo sigue igual y que, en muchos casos, el mantenimiento es inexistente.
Catalá puede seguir prometiendo el oro y el moro e incluso asegurar, delante del director de este medio de comunicación y de sus colaboradores que esta legislatura «no se podía permitir ningún fallo con el patrimonio de la ciudad». Y la verdad, viendo las noticias sobre el patrimonio cultural de la ciudad, los fallos y las meteduras de pata son mayores que los aciertos, propiciados principalmente por la acción asociativa y ciudadana que denuncia, incansablemente, al abandono y ruina de parte de nuestros bienes culturales.
El partido de gobierno y sus socios de gobierno saben perfectamente, o deberían saberlo, que a tres meses de finalizar el año, ni La Ceramo, ni el Casino del Americano, ni la alquería de la Torre, y ni las construcciones privadas que forman parte del conjunto rural de la alquería dels Moros, han iniciado sus obras de rehabilitación. Proyectos que se encuentran atascados y en el limbo de los eternos procesos de licitaciones y adjudicaciones que los ciudadanos de pie ni entienden ni comprenden.
Los vecinos de Benicalap están hartos, por no decir hartísimos o hasta las narices, de la falta de inversiones reales y efectivas en el barrio; de las promesas incumplidas durante décadas; del abandono del patrimonio cultural que languidece legislatura tras legislatura; de la ampliación del parque de Benicalap que se eterniza; y de que gobierno y oposición sólo se acuerden de ellos cuando se acercan las elecciones, para sacar notas de prensa en las que se les llena la boca y se rasgan las vestiduras por el barrio; o directamente para hacerse la foto con ellos y mientras mantienen una sonrisa impostada, mientras hablan de inversiones con cifras mareantes que nunca llegan. Una estampa propia de los vendedores de crecepelos que todos hemos visto en las películas del Oeste. Y ya sabemos como acaba todo.
Ni Catalá, ni su equipo de gobierno están dando la talla, como tampoco lo estuvieron sus antecesores y los anteriores. Mucha palabrería, pero poca acción. No están a la altura del patrimonio cultural de la ciudad. No invierten lo que toca en la recuperación de los bienes del barrio de Benicalap y del resto de barrios de Valencia. No apuestan por la conservación preventiva, un término que no debe existir en su diccionario y que nos evitaría muchos disgustos e inversiones, a posteriori, millonarias. A nuestros políticos el patrimonio cultural valenciano les viene muy grande.
https://noticiasciudadanas.com/pinturas-murales-alqueria-torre-en-peligro/