WhatsApp Image 2024 03 30 at 12.00.05 PM

Los agricultores trasladan sus protestas de las carreteras a los supermercados

Los agricultores advierten a los consumidores de los productos importados sin controles

Ayer cerca de 40 agricultores, principalmente arroceros  de la Associacio Valenciana d’Agricultors, AVA, se trasladaron hasta Cullera, la localidad de l’Horta Sur, cuyo principal cultivo es el arroz, junto con Sueca, Favara y Sollana.

Protestaron frente a las puertas de un supermercado Lidl, advirtiendo a los consumidores de la situación del sector primario y de los riesgos para su salud, ya que en las cadenas de supermercados, especialmente las del norte de Europa se importa a granell arroz de Myanmar y del sudeste asiático en las bodegas de contaminantes barcos y sin controles sanitarios.

La protesta era para recordar los convenios con terceros países de fuera de la Unión Europea, con importaciones sin la más mínima seguridad alimentaria, y con escasos controles de la UE.

Se estima que menos del 10% de productos agroalimentarios que entran a la Unión Europea son analizados y de ellos, un gran porcentaje contienen materias prohibidas en Europa por dañinas para la salud

Los principales puertos de entrada son Rotterdam y Algeciras, aunque este año hemos conocido que los principales puertos valencianos bonifican las tasas aeroportuarias para captar estas importaciones. Así, el Puerto de Castelló ( provincia eminentemente naranjera) bonifica la entrada de naranjas con un 50% de ahorro de los costes de las tasas, mientras que en el caso del Puerto de Valencia esta bonificación ronda el 35%. Estas bonificaciones hacen que la entrada de este tipo de productos sea más atractiva en estos puertos, y compite directamente con los cítricos locales.

Una triste realidad: el campo se muere ahogado por los políticos y la sociedad les da la espalda

Las protestas de los agricultores se han trasladado a las puertas de los supermercados, con etiquetados en la mayoría de ocasiones erróneos (sospechan los agricultores que de manera intencionada).

Después de que el Ministerio del Interior multara a casi todos los agricultores que sacaron sus tractores y protastaron con multas entre los 600 y 3.000€ ahora las protestas las trasladan a los mismos supermercados. Arruinados y “humillados” por las autoridades españolas, que en vez de apoyarles les han hinchado a multas, sólo les queda recurrir a los consumidores para que entiendan el valor del producto nacional.

“Producimos en España producto controlado,d e calidad, y con todos los controles sanitarios y trazabilidad exigidos, mientras que lo que viene de fuera de la UE no sigue las mismas reglas y muchas veces son productos que perjudican la salud del consumidor”

Recuerdan los agricultores en todas sus protestas como las grandes superficies comerciales importan productos de terceros países para bajar el precio del producto nacional que acaban vendiendo por debajo del coste, algo ilegal, pero que nadie en el Gobierno penaliza.

“Estos productos se riegan con agua no potable, sus trabajadores no tienen condiciones laborales justas, incluso en muchos países se utiliza la explotación infantil, y se utilizan fitotécnicos prohibidos por su pesticidad en cantidades muy elevadas”. A todo esto la UE les da la espalda y mira hacia otro lado, porque las grandes cadenas alimentarias del norte de Europa sólo buscan abaratar el producto, sean cuales sena las condiciones de su producción para así elevar su beneficio, aunque sea a costa de la salud de los consumidores, a la que han demostrado les importa un pimiento.

Mientras se endurecen las condiciones de producción de los productos en Europa, las mismas autoridades en el caso del arroz han buscado tener mayor laxitud con las importaciones foráneas, a pesar de que ello redunde en el peligro para la salud de los consumidores, aunque por dos veces la comisión les ha tumbado la propuesta, pero siguen intentando que haya barra libre para los productos foráneos, mientras exprimen y dificultan las actividades de los agricultores europeos.

Una consecuencia: el abandono de tierras

Una de las consecuencias en nuestra Comunitat Valenciana es el abandono de campos de cultivo que ya roza el 40% de las tierras cultivables, en el caso de l’Horta de Valencia en algunas poblaciones estas cifras superan ya el 50% de las tierras.

Ley de la cadena alimentaria que impide comprar a pérdidas que nunca se cumple, no hay controles y no existen sanciones. Ley de la Huerta de Valencia, que ha dificultado por ejemplo el vallado de terrenos para no sufrir robos en la Huerta de Valencia, muchas leyes y reglamentos para que no sirvan absolutamente de nada y hayan redundado en contra de los agricultores.

El campo lleva meses pidiendo un S.O.S. y los políticos y las autoridades sólo saben que tirarles una soga al cuello y hundirles más y más cada vez, multas, protocolos, leyes, reglamentos, cuadernos digitales, imposiciones, toso está acabando con la huerta valenciana, si a eso sumamos la desastrosa política hídrica, con nulas infraestructuras que dejan a miles de hectáreas sin posibilidad de riego, a pesar de que la mayoría del campo valenciano ya tiene riego por goteo, sin agua y con leyes absurdas tenemos a gricultores con una media de edad de 65 años, y tierras que se abandonan. ¿Quién da más?…

Sustitución de secano por placas solares

Muchos parajes están siendo devastados especialmente en terrenos de secano, desaparecen los olivos y otros cultivos para aparecer campos de paneles solares, de renovables…El agricultor youtuber Juanvi Palleter lleva meses advirtiendo sobre ello:

“Comeremos mierda, pero os recuerdo que las placas solares no son comestibles, y eso de eliminar campos de cultivo y reconvertirlos en campos solares nos llevará a una crisis alimentaria sin precedentes”

Así, perderemos la soberanía alimentaria y sólo nos podremos abastecer de terceros países cuyas condiciones de cultivo son pésimas y no dan ninguna garantía sanitaria, como las fresas con hepatitis de marruecos o los cultivos de sudáfrica llenos de pesticidas prohibidos en Europa.

Como consumidores, y por nuestra salud, debemos de mirar lo que compramos y exigir a nuestras autoridades que actúen o darles las espalda, porque finalmente los mayores perjudicamos somos nosotros, y destruir nuestro campo destruirá nuestras vidas.

Más del 90% de consumidores no mira el etiquetado de los productos que compra poniendo en riesgo su salud

 

 

Scroll al inicio