El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, defiende prolongar la vida útil de la central nuclear de Cofrentes más allá de 2030, destacando la importancia de esta energía en la transición energética y valorando el respaldo político de Vox.
El debate sobre la energía nuclear ha vuelto al primer plano en la Comunidad Valenciana, de la mano del ‘president’ Carlos Mazón, quien ha reiterado su postura a favor del mantenimiento y ampliación del uso de la energía nuclear en la región. Durante un reciente acto, Mazón defendió la continuidad de la central nuclear de Cofrentes, cuya clausura está prevista para el año 2030, abogando por una extensión de su funcionamiento. En su intervención, Mazón destacó la necesidad de abordar este tema “sin dogmas ni prejuicios trasnochados” y sin ceder a lo que llamó “filosofía de salón”, argumentando que la energía nuclear es clave para garantizar el suministro energético seguro y estable en la Comunitat Valenciana.
El papel de la central de Cofrentes en la transición energética
Cofrentes, una de las centrales nucleares más importantes del país, juega un papel relevante en la producción energética de la región y es responsable de un porcentaje considerable de la electricidad generada en la Comunitat Valenciana. El presidente Mazón subrayó que la central es esencial para mantener un equilibrio en el mix energético y contribuir a la descarbonización sin poner en riesgo el abastecimiento de energía.
“Vamos a defender la energía nuclear y el mantenimiento de Cofrentes con todos los medios a nuestro alcance”, afirmó Mazón con determinación, añadiendo que la seguridad energética de la región depende en gran medida de este tipo de infraestructuras. Frente a las voces críticas que abogan por el cierre de Cofrentes en línea con los objetivos de reducción de emisiones y la expansión de energías renovables, Mazón insistió en que una transición energética responsable no puede prescindir de la energía nuclear como fuente confiable y libre de emisiones de CO2.
El apoyo de Vox: una alianza estratégica
En su discurso, Mazón agradeció públicamente el apoyo de Vox, su socio de gobierno en la Generalitat, por respaldar su postura en favor de la energía nuclear. Este respaldo ha sido crucial para consolidar la posición del Ejecutivo valenciano en un tema que genera división tanto a nivel político como social. Vox, que se ha mostrado abiertamente a favor de la energía nuclear en todo el país, comparte la visión de Mazón sobre la necesidad de asegurar el suministro energético y reducir la dependencia de fuentes externas de energía.
“Es de agradecer que haya fuerzas políticas que comprendan la importancia de este debate y se sumen a una postura basada en la racionalidad y no en prejuicios ideológicos”, comentó el ‘president’, destacando que la cooperación con Vox es clave para avanzar en la defensa de la central de Cofrentes.
Críticas y oposición: una batalla política abierta
La defensa de la energía nuclear por parte de Mazón y Vox ha despertado críticas por parte de otros grupos políticos, especialmente los partidos ecologistas y de izquierda, que ven en el cierre de Cofrentes una oportunidad para avanzar en el desarrollo de energías limpias y renovables. Compromís y Podemos, dos de las principales fuerzas opositoras, han acusado a Mazón de “poner en riesgo la seguridad medioambiental” y de perpetuar un modelo energético que consideran obsoleto y peligroso.
Los detractores de la energía nuclear argumentan que esta tecnología conlleva riesgos significativos, tanto en términos de seguridad como de gestión de residuos radiactivos, y que la inversión en renovables debe ser prioritaria. Asimismo, sostienen que la planificación energética debería centrarse en reducir paulatinamente la dependencia de las centrales nucleares y apostar por alternativas más sostenibles y seguras a largo plazo, como la energía solar y eólica, de las que la Comunidad Valenciana tiene un gran potencial.
El futuro de Cofrentes: ¿Renovación o cierre?
La central nuclear de Cofrentes tiene previsto su cierre en 2030, según el calendario de desmantelamiento de instalaciones nucleares del gobierno central, en consonancia con los compromisos de transición energética a nivel europeo. No obstante, la postura de Mazón podría abrir un nuevo debate en torno a la posibilidad de extender su vida útil. Esta opción, aunque factible desde un punto de vista técnico, dependería de múltiples factores, como la aprobación de nuevas licencias, las condiciones de seguridad y el impacto medioambiental de seguir operando más allá de su fecha límite.
El argumento principal del Gobierno valenciano es que la energía nuclear es una solución necesaria para evitar apagones y precios elevados de la energía, especialmente en tiempos de crisis energética como la que atraviesa Europa debido a las tensiones internacionales y la volatilidad de los mercados energéticos. En este contexto, Mazón ha apelado a un “realismo energético” que contemple todas las fuentes disponibles, sin cerrar la puerta a la energía nuclear.
Un debate con implicaciones a largo plazo
La discusión sobre el futuro de la energía nuclear no solo tiene repercusiones a nivel autonómico, sino también nacional, ya que forma parte de un debate más amplio sobre cómo España debe cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones y transición energética. Las decisiones que se tomen en relación con Cofrentes podrían sentar precedentes para otras centrales nucleares del país.
En este sentido, la posición de la Generalitat Valenciana podría influir en el discurso energético nacional y generar nuevas tensiones entre las distintas administraciones y partidos políticos. Mientras algunos sectores insisten en que el futuro pasa por las energías renovables, otros, como Mazón y sus aliados, defienden la importancia de mantener una visión pragmática que incluya la energía nuclear en el mix energético.