Como siempre en un medio afín, y con amplia publicidad institucional del Ayuntamiento d e Valencia la alcaldesa de Val(è)ncia, aseguró en este medio que ya habían encargado a un filólogo un informe sobre el cambio de nombre de Valencia y que estaban en “plazo”. Todo después de más de un año de parálisis total del expediente, tras la aprobación inicial de inicio del mismo.
NO sabemos quién es el filólogo
La alcaldesa, como buena estratega, no desliza el nombre del filólogo, aunque en el expediente no figura ni siquiera el encargo, según ha podido saber de fuentes municipales este medio de Noticias Ciudadanas. Así, puede ser un mero anuncio electoralista de cara al 9 d’Octubre para vender algo, tras un año de escándalos continuados y mimos al catalanismo.
Las subvenciones al catalanismo
Se siguen produciendo por parte del Ajuntament de Valencia, sólo que ahora no son nominativas de alcaldía, y hay que buscarlas mucho más. Así, las Juntas Municipales de Distrito otorgan subvenciones casi a dedo, y entre ellas figuran entidades catalanistas. Igualmente, existen subvenciones “por concurrencia competitiva”, lo que no nos dice Catalá es que el objeto de la subvención ha podido cambiarse y no lo ha hecho.
Ahora sólo hay que buscarlas más, ya no son directas de alcaldía, pero las entidades catalanistas siguen recibiendo dinero del Ajuntament de Valencia.
Los homenajes a Estellés del Ajuntament de Valéncia
El Ayuntamiento de Catalá y Juanma Badenas también se apunta a los homenajes al catalanista Estellés
Este gobierno declarado “valencianista” en un nuevo recinto cultural en el Cabanyal ha realizado hasta dos jornadas en homenaje a Estellés este Septiembre.
“Es la herencia recibida de 8 años de catalanismo de ribó, y el gobeirno de Catalá está haciendo todo lo posible por acabar con ello”
Aseguraba Juan Carlos Caballero, portavoz del Grupo Municipal del PP de Valencia. Pero la relaidad es que los actos dicen justo lo contrario, y al ser preguntado la respuesta es la siguente:
“Necesitamos más tiempo para revertir 8 años de Catalanismo de este ayuntamiento”
Pero la realidad es que existe un nuevo catalanismo con el sello de Catalá, el que efectua homenajes a estellés no previstos y el que realiza carteles como el “Ja hi som” en perfecto catalán.
La realidad de Catalá
La realidad y sobre todo la hemeroteca persigue a María José Catalá, en su etapa de gobeirnod e la ciudad de Torrent, a la que abandonó por irse de Consellera de Educació, y sobre todo su etapa en la COnsellería, donde devolvió las subvenciones a las entidades catalanistas, y gracias a ella, Escola Valenciana obtuvo el pase para adoctrinar en colegios e institutos.
Ahora se puede abrazar a la Real Senyera, incluso bordarse una flor de lis en su traje y porta la Real Senyera el 9 d’Octubre, pero la realidad es la que es.
El 9 d’Octubre y olvido a Anfòs Ramón
Y llega el 9 d’Octubre, y en los honores y distinciones se han olvidado del Any Anfòs Ramón, ningún grupo municipal ha propuesto a este insigne poeta festivo para ninguna distinción en el año del centenario de su nacimiento.
Un olvido más, “será la herencia recibida” dirán como excusa, pero al realidad es la que es.
¿Este 9 d’Octubre veremos desfilar a la catalanista El Micalet en la provessó matutina?. Una buena pregunta, porque por no saber no sabemos quién llevará la Senyera, ¿o sí?…
Fuentes próximas a Catalá aseguran que posiblemente sea el teniente de alcalde Juan Carlos Caballero el portador de la Senyera este año, así seguir con el PP, ya que el año pasado fue la propia Catalá la que la llevó. Es una prerrogativa de alcaldía directamente y la alcaldesa podría así dar un golpe de estrategia para dar visibilidad a su teniente de alcalde que sólo lleva bomberos y bienestar animal. Un espaldarazo colocándolo en una carrera sucesoria a pesar de no estar en ninguna quiniela, pero es fiel escudero de Catalá.
Juanma Badenas, portavoz de Vox habría mostrado interés en ser él el portador, pero parece que Catalá se lo está pensando y la posibilidad de caballeros ería todo un desafío para su socio de gobierno, en unos meses en que las relaciones entre los socios de gobierno municipal no pasan por sus mejores momentos.