Las cifras turísticas de Valencia han bajado según nos ha deslizado el propio Gabinete de Prensa de Alcaldía, el mismo que pone la publicidad sobre impuestos municipales y campañas informativas en medios de Madrid para que los madrileños sepan cuando se han de pagar los impuestos municipales en Valencia…
Increíble, la alcaldesa Catalá se alegra de que Valencia pierda turistas
Los números facilitados por el propio Ayuntamiento de Valencia
En marzo de 2024, el número de cruceristas fue de 26.932, mientras que en marzo de 2025 ha sido de 26.479. Por tanto, ha existido un descenso de 453 cruceristas, un 1,68% menos.
En el primer trimestre de 2024, el número de cruceristas fue de 65.608, mientras que en el primer trimestre de 2025 ha sido de 56.810. Por tanto, ha existido un descenso de 8.978 cruceristas, un 13,41% menos.
En datos interanuales, del 1 de abril de 2023 al 31 de marzo de 2024 el número de cruceristas fue de 815.577, mientras que en entre el 1 de abril de 2024 y el 1 de marzo de 2025ha sido de 765.269. Por tanto, ha existido un descenso de 50.308 cruceristas, un 6,17% menos. En el primer trimestre del año 2025 se han superado las pernoctaciones y el número de viajeros respecto a 2023 (+7.1% y + 4.4% respectivamente).
El turismo de alto standing vs turismo low cost
Los cruceros suelen aportar a la economía local una visita rápida al centro histórico, con compras en establecimientos como el Mercado central, reserva de autobuses de empresas valencianas, incluso alguna comida o degustación en locales valencianos por no hablar de los guías turísticos locales…ese es el turismo que dice no querer la alcaldesa María José Catalá.
Por contra, los pisos turísticos abundan cada vez más en nuestras calles de los barrios, no son hoteles, son bajos donde sus huéspedes se rascan los huevos en calzoncillos mientras beben una cerveza en medio de la calle… como vemos en el barrio de Sant Antoni de la Zaidía, o utilizan las aceras como tendederos o incluso donde dejar los carritos de limpieza, quan pasillo de hotel, pero es la acera de todos…
Comportamientos anticívicos de los turistas de los apartamentos turísticos
En el centro desmadre absoluto
El turismo low cost es el que deja poco dinero a los negocios valencianos, asís e sustituye comer en un bar o en un restaurante por hacerlo en lugares donde nadie dice nada, ¿qué tal hacerlo en los escalones de un edificio patrimonio de la humanidad como es la Lonja?, y de paso dejar cervezas, vomiteras, tenedores y restos de comida en la puerta del edificio… como denuncia sin parar el Círculo de Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural…
En el mejor de los casos nos compraremos algo para comer y los turistas se sentarán en un banquito y los más cívicos al menos tirarán los restos a las papeleras, las mismas que siempre están llenas, cada día a rebosar en el entorno de La Lonja y el Mercado Central…
Pero en el Ayuntamiento se escudan en que han puesto más papeleras, unas cajas solares bastante escondidas y que casi nadie entiende, ya que necesitas un libro de instrucciones para usarlas… pero no hay mayor recogida de basuras en las zonas que se llenan de turistas…todo ello es los frutos que recogemos de la política turística de apostar por la baja calidad…
Dejamos que los monumentos sirvan de enganche de bicicletas de empresas turísticas, aquí nadie hace nada, y luego nos quejamos de ese turismo low cost que fomentamos…
Pero luego el mismo Ayuntamiento gasta miles de euros en campañas donde aseguran que fomentan el «turismo inteligente, de calidad y un turismo sostenible». Juzgues ustedes con las imágenes si es sostenible y de calidad…
Los asesores municipales les gusta pintar una ciudad ideal, pero la realidad es muy distinta a la que nos venden, y como algunos no les compramos la moto, ni somos aduladores profesionales, no verán ustedes campañas de publicidad sobre cosas que les interesen del Ayuntamiento de Valencia, tendrán que ir a Madrid a verlas, porque a Catalá le interesa más lo que piensen de ella en Madrid, que lo que piensan los valencianos de ella…
¿Qué modelo turístico quiere el Ajuntament de Valencia? el de hoteles y cruceros o el de apartamentos turísticos y mochileros comiendo en plena calle?… juzguen ustedes, «por sus actos los conocerán» así que no se dejen influenciar por nadie, juzguen los actos, miren las imágenes…
Y por si faltara algo para el sumum de lo absurdo…
Fomentan la turismofobia de grupos en el Mercado Central, en un edificio municipal…¿cómo es posible estos absurdos? La incongruencia total del que no sabe qué hacer y le viene muy grande el puesto…
La mejor película de Berlanga es la Valencia actual, una ciudad de absurdos totales y de contradicciones absolutas, made in «el equipo de María José Catalá».
¿Turismofobia en el Mercado Central de Valencia? Al menos persecución y hostigamiento al turista