Ayer este diario estuvo en Aldaya, una zona devastada por las inundaciones y donde no hay ni una sóla calle que no esté afectada.
El centro de la población es literalmente una zona de guerra, con farolas arrancadas de cuajo, árboles caídos, 30 centímetros de fango por todas las calles y miles de coches completamente destruidos. Cuatro días después de la tragedia aún habían calles impracticables y cientos de montañas de coches empotrados en árboles, farolas, rotondas y contra edificios.
Zona de baja afección… cómo se nota que no se han calzado desde los despachos unas botas
Una barbaridad declarar como zona de baja afección a un municipio donde sus vecinos lo han perdido todo o casi todo. No hay un sólo comercio en la localidad que haya resultado no afectado.
El 90% de los vecinos han perdido sus coches, y el agua en los bajos llegó a una altura de más de 1,50 metros…pero es zona de baja afección…
Anoche, la cuarta tras la riada por fin llegó un batallón del ejército, 30 militares a las 23:00h que se desplegaron con sus manos, ya que no portaban maquinaria pesada más allá de un camión de transporte…inaudito.
Ayer en Aldaya estaban trabajando las policías locales de Gandía, Onda, Burjassot, que hacían labores de limpieza, de patrullaje y de refuerzo, de una exigua plantilla de policía local que ha perdido hasta sus vehículos en la riada.
Algo se está gestionando muy mal, o todo, y el cabreo de los ciudadanos es máximo.
La solidaridad es la que ha salvado a la población
Cientos de personas de poblaciones cercanas se acercaban ayer a llevar agua, comida, a ayudar a limpiar. Una personas mayor en la calle de la Iglesia que lo había perdido casi todo, relataba que por suerte estaba viva.
“Gracias a vosotros por venir y ayudar, por contar nuestra realidad, necesitamos ayuda, no nos olvidéis”
Nos encontramos con un grupo de jóvenes de entre 20-25 años que portaba una Senyera y aseguraban que las única autoridad a la que reconocían era la de la Real Senyera.
“Los políticos, esos del Congreso que dicen que no están para achicar agua los ponía yo con botas a sacar fango, a trabajar”
El cabreo de la población y de los voluntarios es notable y va aumentando conforme a los días. Todos reconocen que la ayuda llega de forma individual y de otros ayuntamientos de España, pero todos aseguran que la ayuda del Gobierno llega demasiado tarde.
La ayuda llega muy tarde
“Para terremotos en Suráfrica o Marruecos, la ayuda de españa llega en menos de 48 horas, aquí han pasado 4 días y no vemos a nadie del estado, es una vergüenza, nos han dejado solos”
Esta es la sensación de casi toda la población, que el estado les ha abandonado, que no han sabido gestionar y piden ayuda urgente y maquinaria pesada.
El alcalde anoche en televisión lleno de fango y muy dolido pidió maquinaria pesada y medios al ejército y a la Generalitat de manera urgente.
“No os dejaremos solos”
Esas palabras de Pedro Sánchez suenan a broma pesada, porque ya lo han estado 4 días. Ahora piden ayuda de maquinaria para retirar miles de toneladas de escombros y muebles inservibles.
Ahora el problema es el hedor, una mezcla insoportable entre olor a podrido, a gasolina y a fuerte humedad