Desde Renfe Cercanías Valencia ayer comenzaron el año nuevo 2025 con un nuevo regalo a los usuarios, el canal de notificaciones sin servicio por ser festivo y el twitter sin información alguna desde el 31 de diciembre.
Servicio de domingo
A pesar de la cantidad de viajeros moviéndose en tren, ayer día 1 de enero, festivo, el servicio era de un tren a la hora. Estas navidades no ha habido ningún refuerzo del servicio del núcleo de Cercanías Valencia, la única novedad reside en que los trenes ya circulan por el desvío provisional ( al menos varios años) para poder seguir ejecutando la sobras del Canal de Acceso ferroviario que soterrarán las vías desde el entorno de San Marcelino hasta el Puente de Giorgeta.
Un tren a la hora hacía que los pasajeros, especialmente de tarde para volver a sus lugares de estudio o residencia para hoy volver a la normalidad estuvieran esperando en los andenes pacientemente a trenes que o llegaban.
El AVE de la tarde de Madrid llegó con 3 horas de retraso a Joaquín Sorolla y el tren de Cercanías de las 19:00h entre Valencia Nort y Castello salió de Valencia Nort a las 20:00h con una hora de retraso. Todos los trenes de a partir de las 19h salieron con retrasos de media entre 40-60 minutos, eso sí, sin ninguna explicación por parte de Renfe ni del personal de tierra, ni en redes sociales.
El caso del tren destino Gandía de las 21:40h
El tren con destino a Gandía de las 21:40h marcaron en las pantallas estaba en la vía 4D a las 20:30h., el tren estaba, enganchado a otro, y cuando el andén se llenó las puertas del tren no funcionaban.
Pasaron los minutos y se hizo la hora de salida, las 21:40, andenes llenos y pasajeros desesperados, y als puertas del tren seguían cerradas y sin funcionar, el tren apagado. Sobre las 21:50h llegó un maquinista que se subió al tren y con las luces a pagadas lo recorrió, encendiendo y apagando pantallas y un trabajador se acercó a los casi 600 viajeros esperando el tren para que se separaran del tren porque iba doble y procedían a desenganchar el segundo tren, cosa que hicieron sobre las 22:00h, ya con 20 minutos de retraso sobre el horario previsto.
Sobre las 22:10h abrieron las dos primeras puertas del tren y los ya 500 pasajeros esperando tuvieron que entrar por únicamente esas dos puertas, el resto no funcionaba ninguna, el tren con las luces apagadas que parecía un cuarto oscuro y ya 500 personas encima del mismo. En ese momento los pasajeros se percataron de que no había maquinista alguno.
Con el tren sencillo y más de 600 personas subidas en él, el convoy que debía partir hacia Gandía a las 21:40h. eran las 22:10h y aún no había salido, 30 minutos de retraso y ninguna explicación, ni por megafonía, ni de nadie del personal.
A las 22:20h llegó un maquinista que sólo acertó a decir que él era el maquinista de otro tren y que saldría en 10 minutos.
A las 22:30h cuando partió el tren una fuerte ovación recorrió el tren pero que salía ya con 50 minutos de retraso.
Sobre las 23:40 horas llegaban los pasajeros a Gandía, su destino final, con una hora más tarde de lo previsto inicialmente.
Los pasajeros indignados
Los comentarios de los pasajeros sólo eran fuertes críticas a la gestión del núcleo de cercanías de Valencia:
«Nos tratan como borregos y encima reclamas y te dicen que tienes razón, pero ni te devuelven el dinero ni te dan ninguna explicación»
Era uno de los comentarios más repetidos
Una familia con niños tras la comida de año nuevo esperaba para volver a casa, y los niños desesperaban, en un tren lleno de indignados usuarios.
«Luego te dicen que pagues impuestos y sólo saben tratarnos como animales, por mí, que se metan sus impuestos en el culo»
Una pareja aseguraba que no volvería a coger más el tren
«Queríamos adelantar y viajara de una manera más eficiente, pero la próxima vez cogeremos el coche, luego te dicen que no contamines, pero vemos máquinas de gasoil en la estación y los políticos bien que cogen el coche oficial y el falcon».
Otro era aún más radical:
«Mientras Sánchez siga abusando del falcon que no me vengan con cuentos ecologistas, yo voy a volver a coger el coche, porque salgo de trabajar y ni siquiera llego a cenar a casa, es una vergüenza»