Los judokas ciegos o con discapacidad visual grave podrán entrenar de manera inclusiva en los nuevos Centros de Referencia para la práctica del judo, tanto en instalaciones públicas como privadas.
Esta iniciativa ha sido posible gracias al convenio firmado entre la ONCE, la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) y la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados (RFEJYDA) en la sede del Consejo Superior de Deportes.
Su objetivo es fomentar la inscripción de personas con discapacidad visual en los clubes y centros deportivos adheridos.
Estos centros estarán distribuidos por toda España y serán coordinados por los centros territoriales de la ONCE, además de contar con un sello distintivo reconocido por las tres entidades firmantes.
Centros deportivos comprometidos con la inclusión
Los centros que deseen formar parte de esta Red de Centros de Referencia deberán someterse a una evaluación previa por parte de la FEDC y la RFEJYDA.
Además, se realizará una revisión anual para garantizar que sigan cumpliendo los requisitos establecidos. Aquellos que no cumplan con los estándares de inclusión perderán la certificación.
Asimismo, se hará un seguimiento de los judokas que entrenen en estos centros, ofreciéndoles oportunidades de competir y entrenar en eventos de ambas federaciones. La FEDC asumirá la coordinación con los centros territoriales de la ONCE, facilitando la inclusión de los deportistas en actividades adaptadas.
Formación y apoyo a los entrenadores
Otro aspecto clave de este convenio es la formación de técnicos y entrenadores en la atención a personas ciegas o con discapacidad visual grave.
La FEDC se encargará de la capacitación especializada, mientras que la ONCE apoyará la participación de sus afiliados en entrenamientos y competiciones de judo.
Por su parte, la RFEJYDA pondrá a disposición a sus profesionales, asegurando que los entrenadores certificados estén capacitados para trabajar con judokas con discapacidad visual.
Judo: un deporte con mínimas adaptaciones
El judo es un deporte que apenas requiere modificaciones para personas ciegas.
Los combates comienzan con los deportistas agarrados y, si se sueltan, el árbitro los detiene para que vuelvan a sujetarse. Existen dos categorías de competición: J1 (ciegos) y J2 (discapacidad visual grave), con mínimas diferencias en normativas como la asistencia al tatami o la vestimenta.
Además, este deporte es accesible para personas con sordoceguera, con señales táctiles específicas para garantizar su participación.
El judo aporta múltiples beneficios a las personas con discapacidad visual, como la propiocepción, el equilibrio, la confianza en sí mismos y la orientación espacial, además de promover valores esenciales como el respeto, la disciplina y la inclusión.