📍 Frankfurt, 17 de abril de 2025
Este jueves, el Banco Central Europeo (BCE) celebra una reunión clave con el telón de fondo de una economía internacional tensionada por la guerra arancelaria iniciada por el presidente de EE. UU., Donald Trump. A pesar del nuevo escenario de incertidumbre comercial, los analistas apuntan a que el BCE aprobará una nueva bajada de tipos de interés de 25 puntos básicos, continuando con la senda de estímulo iniciada meses atrás.
El contexto: un euro fuerte y una energía más barata
A juicio de los expertos, el refuerzo reciente del euro frente al dólar y la caída de los precios de la energía —provocada por un aumento de producción global y la moderación de la demanda china— dan margen al BCE para continuar con su política monetaria expansiva. Actualmente, el tipo de interés oficial se sitúa en el 2,5%, tras seis bajadas consecutivas desde mediados de 2023.
Una nueva rebaja dejaría el precio del dinero en su nivel más bajo desde febrero de 2023, lo que tendría efectos directos sobre las hipotecas, el acceso al crédito, la deuda pública y las decisiones de inversión en toda la eurozona.
El impacto de la guerra arancelaria
La escalada arancelaria entre Estados Unidos y China —con el reciente arancel del 125% sobre productos estadounidenses impuesto por Pekín— ha reactivado los temores de desaceleración global. Sin embargo, en el BCE parecen dispuestos a aislar su decisión de estos factores.
La lógica detrás de la posible rebaja es clara: proteger el crecimiento interno europeo, favorecer la circulación del crédito y compensar los efectos indirectos de la política proteccionista de EE. UU., que podría impactar en las exportaciones de algunos países del bloque.
Alemania cambia de rumbo y la UE aplaza el gasto
La decisión del BCE podría congelar reformas fiscales y decisiones clave en el plano comunitario. La reciente voluntad de Alemania de flexibilizar su techo de deuda y el incremento previsto del gasto militar de los 27 quedarán, por el momento, aparcados.
Una bajada de tipos implica una menor presión para tomar decisiones presupuestarias duras, aliviando el coste de la deuda y permitiendo que los países ganen tiempo antes de ejecutar ajustes o compromisos de gasto estructural.
Perspectivas: ¿hasta dónde bajarán?
Aunque el mercado ya descuenta esta nueva bajada, la pregunta es si el BCE mantendrá este ritmo en las próximas reuniones. Algunos economistas prevén que los tipos podrían bajar incluso hasta el 2% antes del verano, si las condiciones macroeconómicas lo permiten.
Aun así, desde Fráncfort se insiste en mantener una postura de prudencia, especialmente si la política arancelaria de Trump continúa escalando y genera nuevas presiones inflacionarias importadas.
Conclusión: estímulo frente a la incertidumbre
La decisión que se tome hoy en la sede del BCE marcará la hoja de ruta monetaria europea para los próximos meses. Con el euro fortalecido, la energía contenida y un mundo cada vez más inestable, la institución parece decidida a mantener su rumbo.
Una nueva bajada de tipos podría ser la medicina necesaria para mantener la economía a flote, aunque el diagnóstico a largo plazo siga dependiendo de factores más imprevisibles.