Hace un año que el portavoz de Vox hizo una rueda de prensa explicando que “habían cambiado el nombre de la Ciudad de Valencia”, ya no tendría ese acento artificial en su nombre oficial Val(è)ncia, pero nada más lejos de la realidad.
La realidad es que el nombre de la Ciudad, del Cap i Casal, se inició el cambio con el Partido Popular en el gobierno de la ciudad, y el expediente durmió el sueño de los justos hasta que Ribó y Compromís decidieron desempolvar el expediente y acabar de impulsarlo. Fue entonces cuando el gobierno municipal finalmente votó con lo votos a favor de Compromís y el PSPV el cambio de nombre oficial a Val(è)ncia.
La polémica de la Academia Valenciana de una Lengua que nadie sabe cuál es
La polémica surgió hasta en ámbitos científicos y académicos, ya que la politizada Academia valenciana de la Lengua emitió un “informe científico” que no seguía ninguna norma y coronaba la actividad surrealista de este ente creado artificialmente por políticos cuando en su informe aseguraba lo siguiente:
“El nombre de la Ciudad de Valencia deberá llevar en valenciano el acento abierto, pero pronunciarse con acento cerrado”
Esto es como “cagar pero pa dentro”, un imposible. Además de una vergonzosa respuesta de un ente que nos cuesta 3 millones de euros al año a los valencianos.
Así es como la politizada y acientífica además de carísima Academia Valenciana de la Lengua sin nombre escurría un bulto difícil de digerir. Es como decir esto es blanco pero dibujamos oscuridad, os ea negro…Un sinsentido absoluto.
La realidad es que el Ajuntament de Ribó buscó “valencianizar” un término que sólo usaba Ribó al referirse a Val(è)ncia como tal. Al final pronunciar valència significa la valencia química, nada que ver con el nombre del Cap i Casal…
Llegó el cambio de gobierno y los anuncios oficiales
María José Catalá había prometido cambiar el nombre y quitar la tilde, y tuvo que cumplir su palabra, pero parece que de nuevo había gato encerrado. La moción presentada por el Partido Popular en el Consistorio Municipal bajo las órdenes de Catalá fué el cambiar el nombre al castellano, dejando únicamente Valencia.
La intención del PP para no abrir heridas fue eliminar el topónimo en Valenciano y dejarlo sólo en castellano… quizá por eso de no generar polémicas, ya que la propia Catalá a pesard e su declarado valencianismo, en su época de Consellera de Educación la realidad fue la contraria. Catalá devolvió las subvencioens de la Gneeralitat a las entidades pancatalanistas. También otorgó el “premio por su labor educativa” a Escola Valenciana, abriendo la puerta de colegios e institutos a esta entidad que ya sabemos lo único que ha hecho es adoctrinar y hacer política utilizando a los menores.
A Catalá le persigue su pasado y la hemeroteca más bien procatalanista a pesar de ahora vender justo lo contrario
Y llegó Juanma Badenas…
Sólo faltaba en la ecuación Vox Valencia, que en una tensa reunión en comisión de Cultura exigió que a la moción del PP se le añadiera que el nombre Valencia representaba al valenciano y al castellano. Quería seguir las tesis de la Real Academia de Cultura Valenciana y de Lo Rat Penat, de un valencianismo al que prometió en campaña defender…
Y votaron el PP y Vox y se aprobó, pero aquí viene el lío… Mientras el PP de Catalá sabía perfectamente lo que se había votado, Juanma Badenas y su afán unido a su total falta de experiencia le jugaron una muy mala pasada.
Badenas publicó un video en redes sociales y proclamó a los 4 vientos que ellos habían hecho rectificar al PP de Catalá y ya estaba el cambio de la ciudad aprobado…pero NO
La realidad es que era la votación para iniciar el expediente, que debe ser alimentado por informes que corroboren el cambio de nombre. Un expediente que se ha de enviar a Consellería y que finalmente ha de devolverse a la comisión y al Pleno para su votación final.
Badenas se había saltado de golpe todo el proceso pros u total desconocimiento del proceso en sí, podemos decir que pagó cara su novatada.
Los medios se apresuraron a contar lo que no era, especialmente la gaceta madrileña del PP y Vox, eso sí, llena de publicidad institucional del Ajuntament de Valencia en Madrid… la campaña de publicidad había empezado, y hasta el portavoz de Vox, Juanma Badenas llegó a escenificar en la sala de prensa municipal cómo ponía una bandera de España encima del acento y aseguraba que eso ya no debía de estar allí…
Mientras María José Catalá, callaba, y ya se sabe que quien calla otorga, y dejaba que los medios publicaran lo que no es…
¿Y un año después?
Como bien dice una canción de Alejandro Sanz, “Después de la tormenta siempre viene la calma, y después de tí no hay nada”…
Pues un año después el expediente sigue completamente vacío, sin nada solicitado y sin ningún movimiento más a parte de esa votación para iniciar el expediente…
Parece que nadie ha impulsado absolutamente nada, con lo que el nombre de la Ciudad sigue siendo el de Val(è)ncia. Ningún grupo municipal ni servicio ni concejal ha requerido informes, ni ha impulsado absolutamente nada en un año.
¿Nos vendieron humo hace un año?
Es la pregunta que se hace el valencianismo cultural, y cada cuál ha de juzgar los hechos objetivos que son los expuestos aquí, pero de tener alguna intención alguien habría hecho algo… La realidad es que parece que no hay voluntad política de llevar a cabo ese expediente, y qué casualidad, en septiembre, siempre después del verano y parece que pensando en el 9 d’Octubre en justo un mes sale de nuevo el tema…Al igual que pasó hace un año, en Septiembre, ¿casualidad o intencionalidad?. Juzguen ustedes…