La fiesta valenciana: 9 de octubre día de la nacionalidad valenciana

La fiesta valenciana: 9 de octubre día de la nacionalidad valenciana

El 9 de octubre de todos los años es un día especial para los ciudadanos del Reino de Valéncia, hoy Comunidad Valenciana. Celebramos, conmemoramos y gozamos el día en que el Reino de Valéncia retornó al ámbito cultural, administrativo y político de la Cristiandad.

Efectivamente en el año de 1238, el 9 de octubre, en otoño, el rey aragonés Jaume I, desde ese día también Jaume I de Valéncia, entró de forma triunfal en la ciudad de Valéncia, Cap y Casal del Reino, consiguiendo de hecho que todo lo Reino fuera nuevamente Cristiano, restaurando nuevamente las costumbres cristianas que habían sido proscritas durante la época en que lo árabe y el arabismo tenían el prestigio cultural. Ahora a las primerias del siglo XIII el Reino de Valéncia ha retornando a la esfera occidental y cristiana.

La conquista se planeó durante los 30 del fundamental, para la península Ibérica, siglo XIII. En los siglos anteriores y desde que la taifa, Reino de Valéncia, existe; se habían producido conquistas, acuerdos, batallas, vasallajes, entre los vecinos reinos Cristianos y el Reino de Valéncia. Sin duda es el Reino de Aragón el que después de la conquista de Calatayud, Daroca, Teruel y por ese camino, inicia la ocupación militar y administrativa del Reino de Valéncia. Por el norte, Blasco de Aragón a primeras de los 30 del siglo XIII (1232) ocupa Morella – casi sin querer – y se la cede a su señor, Jaume I. Ocupando este Burriana en la costa, al sur del río Ebro.

Solo una gran batalla se produce en esta campaña, la conocida por la batalla de El Puig. Exactamente no sabemos su localización, pero seguro fue al norte de Valéncia ciudad. (Ubieto 1979) Las negociaciones, el respecto a los pactos, y la convivencia fue la herramienta utilizada por el rey conquistador para someter a los valencianos, hasta entonces en el mundo árabe.
La Cruzada como excusa moral para los Señores, los cuales debían vasallaje a su rey, fue definitiva para armar un ejercito que obligó al enemigo a negociar. Previamente el rey depuesto de Valéncia Zayd Abu Zayd había cedido sus derechos al rey de Aragón, después de hacerse cristiano. Tenía el aragonés razón legal para reclamar lo que ya era suyo, al usurpador Zayyan.

Después de esta batalla, el rey moro es consciente que no puede aguantar su Reino de Valéncia, que el nuevo rey Jaume I viene con fuerza, con la justificación moral de propiedad del Reino. Jaume I se considera el legítimo propietario de la corona.

No conquista una tierra yerma, sino un reino organizado donde la cultura de prestigio es árabe que será substituida por otra cristiana de superior prestigio: la Latina y posteriormente romance. El pueblo valenciano, de procedencia iberorromana aún ha mantenido su lengua romance – el mozárabe escrito en alfabeto árabe – sus costumbres, y hasta algunos, su religión cristiana. Ese es el Reino de Valéncia que en el 9 de octubre de 1238 retorna a la cultura cristiana occidental. Justamente celebramos ese retorno en el ámbito occidental.

De la primera celebración de la que tenemos noticias es la de 1338, el centenario. Grandes fiestas y honras al hecho de retornar al prestigio del latín en detrimento del árabe (con todas las consecuencias culturales que tiene este hecho). Se volvió a repetir cada centenario.

Durante el siglo XVIII no celebramos ese centenario, fue prohibido por las nuevas autoridades borbonicas. La Real Senyera, estaba proscrita y dentro de un arca cerrada con tres cerrojos. Consecuencia del decreto de la Nueva Planta de Felipe V. Esa bandera del siglo XVII (la que estaba encerrada en el arca) es la que hoy se puede ver en el museo del Ayuntamiento de Valéncia, Cap y Casal del Reino. Esta Senyera salió del arca en el centenario de 1838 y nunca más volvió a dicha arca. Para los valencianos la Real Senyera es símbolo de libertad. (Rueda 2013)

Según se puede leer en https://www.accionacionalistavalenciana.com/9-doctubre-dia-nacional-Valéncia-0 “Hasta el siglo XIX se celebraba una procesión que iba desde el monasterio de El Puig hasta la ermita de la Virgen María de esta advocación, donde según la tradición san Jordi, patrón de las tierras reconquistadas, se le apareció a las tropas aragonesas del rey. La procesión iba presidida por el alcalde de la ciudad de Valéncia a caballo, portando la Real Senyera, junto con otros miembros del consistorio. Después se hacía una sermón histórico en la iglesia mayor. Los actos acababan en hogueras y iluminación, mientras los edificios públicos estaban ataviados con furgo griego y petardos, conocidos como “piuleta y tronador”

En 1891, el 20 de julio se inauguró la estatua ecuestre del Rey Jaume I de Valéncia en los jardines del Parterre en la actual plaza de Alfonso el Magnánimo. Al día siguiente de la inauguración se organizó una procesión de homenaje al conquistador. Fue el antecedente más próximo al actual acto. En la sede de Lo Rat Penat y con el mismo motivo se organizan actos recreativos y poéticos, sin faltar la música.

En 1917 se hace el primer homenaje a la Senyera en un día de San Donís, 9 de octubre de cada año que coincide en el día de los enamorados en al territorio de la Comunidad Valenciana, antiguo Reino de Valéncia.

Es tradicional en este día la celebración de la Mocadorada de San Donís. Consiste en una bandeja que contiene dulces de mazapán cocido, la piuleta y el tronador, y dulces de mazapán en forma de frutas y verduras, todo envuelto con un pañuelo para el cuello.

Ese año 1917, la procesión cívica acabó en el Parterre, encabezada por la Senyera de Lo Rat Penat. Acudieron otras entidades valencianistas de la época, también partidos políticos valencianistas. La Senyera de Lo Rat Penat se transportó en un Landó, vehículo elegante del momento. Acabando el acto con discursos patrióticos y reivindicativos del alcalde y del presidente de Lo Rat, pidiendo sobre todo la cooficialidad de la Lengua Valenciana en todos los ámbitos, exigiendo que se enseñara en las escuelas municipales.

No fue hasta la Renaixença y a instancias de Lo Rat Penat que se recuperó en 1922 la histórica procesión del 9 de octubre, prohibida por las autoridades borbónicas en 1707, conjugando elementos de la antigua procesión (como la bajada de la Senyera, sin inclinarse desde el balcón del Ayuntamiento, o el Te Deum en la Catedral) junto a la ofrenda floral a los pies del monumento al rey Jaume I de Valéncia en el Parterre del Cap y Casal, con la presencia de la Real Senyera, de las principales autoridades y de las entidades culturales valencianas.

La Societat de Amadors de les Glòries Valencianes Lo Rat Penat, consiguió ahora hace más de cien años que el Ayuntamiento y Diputación de Valéncia se hicieran cargo de la organización del acto. Acto reivindicativo de la personalidad propia y privativa de los valencianos, en fraternidad con los otros pueblos que conforman España a la que nos liga un historia común a través de la Corona de Aragón. Será anual cada 9 de octubre y organizada por las autoridades civiles. Desde ese año se volvió a celebrar la existencia y recuperación del Reino de Valéncia al mundo cristiano. Una tradición con una liturgia tradicional: Bajada de la Senyera del Reino desde el balcón del Ayuntamiento del Cap y casal, sin inclinarse la bandera de los valencianos; inicio de la procesión desde el mismo Ayuntamiento; recorrido hasta la Catedral para el tradicional Te Deum acción de gracias por la recuperación para la cristiandad del Reino de Valéncia, continuando la procesión hasta los jardines del Parterre donde a los pies de la estatua ecuestre del Conquistador, Jaume I de Valéncia se hace una ofrenda floral por parte de las autoridades y entidades participantes.

Lo más destacado de esta fiesta es que realmente es una manifestación del pueblo, reivindicando que somos y queremos seguir siendo valencianos.

La doble identidad valenciana, como su bilingüismo entre el idioma valenciano y el idioma castellano, son ejemplos de la forma de ser de los valencianos, creativos, acogedores, diferentes pero a la vez iguales que el resto de los pueblos de Europa.

Dato curioso y por la mayoría ignorado: El 9 de octubre de 1939 ocurrió que los vencedores de la guerra civil tenían prisionera la Real Senyera como bandera de los vencidos. Ese año fue substituida en la procesión, por el falso y extraño pendón de la conquista (el original se halla en Daroca) Siendo portado esta anacrónica reliquia por los falangistas y autoridades adictas al régimen franquista, siendo desde entonces, un símbolo de la derecha más reaccionaria.

Xavier Carbonell Montesinos.
Octubre 2023
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