Esta mañana tienen una tensa reunión los grupos parlametarios de PPCV y Vox Cv para intentar desatascar la investidura de Carlos Mazón como President de la Generalitat Valenciana. Hay dos posibles votaciones para formar gobierno. En la primera tras la constitución de Corts Valencianes y la elección de la Mesa de Corts Valencianes, se fijará un día para el Pleno de investidura y en él se votará al President de la Generalitat Valenciana.
En la primera votación resultará elegido el que saque la mayoría absoluta, o sea 50 diputados o votos. En este momento el PP sólo tiene asegurado el voto de los 40 diputados del PPCV. Ya sabe que PSPV y Compromís votarán “NO” sumando 46 votos. Así que los 13 diputados de Vox son fudamentales, si en primera votación no obtuviese los 50 apoyos se fijaría una nueva fecha para una segunda votación, en la que el candidato deberá tener más votos “sí” que de “no”.
En esta hipotética segunda votación el NO de PSPV y Compromís sumaría 46 votos y de nuevo el PPCV sólo tiene asegurados los 40 diputados propios, con lo que Vox sería necesario que votase Sí porque de abstenerse el resultado sería el de 46 NO, 40 sí y 13 abstenciones, por lo que nos iríamos a una nueva convocatoria electoral.
Ambiente crispado entre PP y Vox
Todo está en el techo de Vix y su decisión, pero el Partido popular desde Madrid ya ha asegurado que hay una línea roja inflanqueable que es la de pactar con un candidato ( el de Vox) condenado por violencia de género. Esto desde Vox se percibe como un NO a gobernar con ellos y se aleja la posibilidad de pacto entre PP y Vox para gobernar la Generalitat Valenciana.
El candidato de Vox, Carlos Flores, profesor de Derecho Constitucional fue condenado en 2002 por un delito de faltas que de ser juzgado en la actualidad sería considerado no violencia familiar sino violencia de género. Un “delito de violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones” contra su expareja y madre de sus hijos a la que, según la resolución judicial, provocó un “quebranto psicológico”.
El propio Carlos Flores fue elegido en la legislatura pasada como miembro del Consell de Transparencia de la Generalitat Valenciana a propuesta del PPCV, pero después fue repudiado al conocerse esta condena. Posteriormente fue fichado por Vox y encabezó la lista de Vox en la Comunitat Valenciana. ¿entienden ahora la magnitud del problema?.
Un problema que sólo se puede solventar o apartando al candidato de Vox o con elecciones visto lo visto
Desde el Partido Popular no están dispuestos al desgaste electoral continuo de los medios a Feijóo recordando este hecho, en plena campaña electoral cuando el propio PP está luchando por hacerse con la Moncloa. Así, a pesar de que el PSOE haya pactado con independentistas que fomentan la separación del Estado y el odio, y Pedro Sánchez gobierno gracias a los votos de Bildu, que muchos consideran herederos de ETA, ahora el aparato mediático está en contra del PP y la “ultraderecha”.
Quizá el error del propio Santiago Abascal fue no medir las consecuencias de poner a Carlos Flores al frente de las listas en la Comunitat Valenciana y ahora es un problema a nivel de España. ¿Cuál es la solución?. Pues difícil, muy difícil. Vox ya lo fichó a sabiendas de su pasado, es verdad que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, pero ni el propio Carlos Flores ni Vox han destapado incógnitas ni hablado claramente de los hechos mostrando arrepentimiento público, por lo que la situación muestra una solución muy complicada.
¿Apartará Vox al candidato a un lado Carlos Flores o se mostrará impasible?. Las negociaciones ya no son en la Comunitat Valenciana, ni en la Gneeralitat Valenciana, sino se trasladan a los dirigentes en Madrid, porque lo que se decida marcará mucho el futuro camino hacia la Moncloa.
Visto lo visto, o se aparta al candidato de Vox a un escalafón menor de la administración, intentando amaine la tormenta o se convocan elecciones. El PP ha intentado pactos antinatura incluso con Compromís intentando que se abstengan y no voten un “NO” en la votación, pero la izquierda y los nacionalistas a pesar de llenarse la boca hablando de que hay que hacer un cordón sanitario a la extrema derecha se comportan como hooligans, esperando la caída de Mazón, incluso ayudando para que el problema se amplifique. Así, prefieren se repitan las elecciones con un coste desproporcionado para las arcas públicas que pactar una Generalitat Valenciana del PPCVb con un gobierno en minoría.
Por su parte Carlos Flores aseguró al iniciarse la campaña que él tiene las cuentas saldadas con la justicia y que a quién tenía que pedir perdón lo hizo en su momento. Así que veremos cómo se apuran los tiempos y de momento no hay Gobierno de la Generalitat Valenciana.