Cullera, ciudad turística cercana a Valencia, posee múltiples urbanizaciones en su término municipal, pero sólo una, la que está frente al Aqualandia, la Urbanización Bellavista está recepcionada por el Ayuntamiento de Cullera.
Las urbanizaciones de Cap Blanc y de la Isla de los Pensamientos en el Faro de Cullera son dos ejemplos de ello, que se unen a Cullera Parc o Santa Marta entre muchas otras.
El caso peculiar de Cap Blanc
Cap Blanc tiene una entidad de conservación llamada ENUR, que se dedica a conservar la zona, y repercutir los gastos a todos los propietarios. No pueden cerrar la urbanización, porque el Ayuntamiento no lo permite, ya que existe una residencia de mayores y dos bolsas de terreno municipal.
“Lo que la gente no sabe es que por estas dos bolsas de terreno el Ayuntamiento de Cullera tiene que pagar a la ENUR su parte proporcional de los gastos de la urbanización. Así, es un dinero que no se utiliza para pagar libros de texto, ni para sanidad o servicios sociales”.
La jardinería y las reparaciones corren a cargo de esta entidad privada, mientras que el Ayuntamiento realiza la recogida de basuras, eso sí, llegando sólo a media urbanización. tampoco existen contenedores de reciclaje más allá de unas pocas calles.
Todos los veranos además se quejan de que los turistas invaden el único acceso aparcando en zonas prohibidas y la policía local pocas veces actúa a pesar de ser llamados por los propietarios.
El caso de la Isla de los Pensamientos
En este caso los tres edificios tuvieron que ceder al Ayuntamiento la parte de jardines (montaña) que tampoco conserva el gobierno municipal. Así, los propietarios pagan la jardinería y la poda anual de su bolsillo, ante la incapacidad y negativa del gobierno municipal.
Tras 40 años, este año por fin tienen farolas nuevas, eso sí, aseguran los vecinos han tenido ellos que recoger los restos de obras después de abandonarlos allí la contrata municipal. También se quejan de la total falta de limpieza que se limita sólo a recoger la basura de los contenedores.
Este mismo año al acometer las obras de las farolas han hecho una acera muy estrecha casi impracticable de menos de un metro y que vulnera la propia normativa municipal.
Ahora los vecinos quieren poner un ascensor y el Ayuntamiento parece dispuesto a tocarles las narices, así el Ayuntamiento en vez de apoyar a la accesibilidad a la zona de las personas mayores, parece que ni concreta lo necesario y ha pedido que los vecinos se rasquen el bolsillo en un caro estudio, sin ni siquiera atender a la viabilidad del proyecto ni saber si el Ayuntamiento estaría dispuesto, ya que alude que ahora la montaña, el lugar donde se ubicará es suya. la misma que ni limpia ni mantiene.
Los vecinos de estas dos urbanizaciones están hartos de las promesas incumplidas de los últimos años y señalan directamente al alcalde como responsable directo.
“La mayoría de viviendas son segundas residencias y como no estamos empadronados no votamos aquí y a los políticos locales les importamos un pimiento”
Palabras muy duras de los vecinos que acusan al Gobierno municipal de sólo quererlos para pagar el IBI más caro de la zona, mientras carecen de servicios municipales.
Cap Blanc ya ha acudido en varias ocasiones a los Juzgados ganando al Ayuntamiento que sigue incumpliendo las sentencias judiciales y retrasando el recibir las urbanizaciones.
Un caso generalizado en Cullera
Los vecinos de zonas como El Racó o incluso el Dossel son vecinos de segunda o tercera, ya que no disponen de infraestructuras deportivas, y el servicio de basuras es pésimo, acumulándose en verano en contenedores medio rotos la basura en torno a los contenedores, los mismos de hace 15 años.
El servicio de autobús, es otra de las reivindicaciones con marquesinas que son un poste con un papel pegado con cinta adhesiva, la imagen del turismo de calidad que vende el Ayuntamiento de Cullera. Con una frecuencia cada hora en invierno que deja reducida la movilidad de los vecinos.
El consultorio médico del Faro abre (cuando abre) dos veces por semana. Tiene el mismo horario en invierno para 1.000 vecinos que en verano para 10.000. Tan sólo cuatro horas y un sólo médico que pasa consulta a la semana, cuando viene, porque muchos días los usuarios se encuentran la puerta cerrada del consultorio y tienen que coger el autobús para ir a la Diagonal, a más de 3km para acceder al médico.
Este diario se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Cullera el pasado 11 de agosto con su departamento de prensa, seguimos esperando respuesta o explicación alguna once días después.