Tal y como estaba previsto esta mañana el Ajuntament de Valencia ha procedido al vallado de los alrededores y han comenzado las tareas de desescombro y limpieza del edificio siniestrado ahora hace poco más de 6 meses.
La limpieza y el desescombro durará 4 meses y la realizará una empresa especializada que dejará el edificio en su estructura de cemento y hormigón.
Son trabajos previos a la reconstrucción del edificio, valorada en unos 20 millones de euros, un precio inferior al derribo del bloque y su nueva construcción. Así, tras comprobar que la estructura del edificio es segura, los vecinos decidieron reconstruir nuevamente el edificio.
¿En qué consisten los trabajos?
Los restos de la fachada ventilada serán retirados completamente desde la segunda planta. Los restos de aluminio, perfiles metálicos y lana de roca serán retirados para dejar la fachada de ladrillo y cemento del esqueleto.
Igualmente se retirarán todos los cerramientos como ventanas, perfiles metálicos, falsos techos, placas de pladur,… de todo el edificio.
Se eliminarán los restos de fontanería, electricidad y demás suministros y se eliminarán los restos de los aires acondicionados del techo del edificio.
Las zonas comunes se limpiarán completamente desde la segunda planta y se eliminará los restos que aún quedan de escombros del incendio en la zona de la piscina y zonas comunes del edificio.
La intención es dejar un lienzo en blanco sólo con la estructura de hormigón del edificio para que el estudio de arquitectura proyecte las nuevas viviendas en el mismo.
Los trabajos eliminarán toneladas de restos del edificio, y tendrán una duración de 4 meses, que llegará a finales de enero de 2025.
Las fases posteriores
En estos 4 meses, el estudio encargado del proyecto deberá presentar un nuevo proyecto, y muy importantes, con una nueva fachada. Deberá tener el visto bueno de la asociación de propietarios y posteriormente el visado por el Colegio de Arquitectos y la licencia de obras por el Ajuntament de Valencia.
Cuando se inicien las obras de reconstrucción, el edificio será casi un lienzo en blanco, a excepción de los dos sótanos y las zonas comunes de acceso y piscina, casi intactas tras el devastador incendio.
Los propietarios pretenden poder ocupar sus nuevas viviendas y poder dejar atrás la pesadilla antes de 2028. Aunque será difícil olvidar lo vivido ese fatídico 22 de febrero de 2024. El incendio se saldó con 10 víctimas mortales, más de 80 mascotas fallecidas y 15 heridos, 7 de ellos bomberos. 138 viviendas arrasadas casi por completo y un huella en Campanar para la historia del barrio y la Ciudad de valencia.