Ver un Pleno de la localidad de Paiporta se convierte en una actividad de alto riesgo, donde se escuchan gritos, reproches y parece que un gobierno municipal que ha perdido el norte, yendo contra su propia ciudadanía.
Los vecinos de Paiporta estallan en el Pleno municipal y reclaman ayuda tras un mes en el barro
El historial tras la #DANA de este Ayuntamiento da para una película de berlanga, con un guión que ya se ha convertido en una telenovela venezolana pero «a la valenciana»
El ayuntamiento de Paiporta demoniza las ayudas de la Fundación de Amancio Ortega
Esta vez el eterno debate entre el valenciano y el castellano
Esta vez el enganchón de la jornada fue con el primer teniente de alcalde de Paiporta, del PSPV, Vicent Ciscar Chisbert, primer teniente de alcalde y concejal de Hacienda que ante varias preguntas de ciudadanos de Paiporta que le rogaron que les contestase en castellano, no sólo no lo hizo sino que les reprochó a los ciudadanos «tengo mi derecho a hablar en valenciano».
Todos tenemos el derecho y la obligación de conocer ambas lenguas, pero el Pueblo Valenciano es un pueblo tolerante y respetuoso, y no podemos seguir la estela de Cataluña, donde se obliga y se impone una lengua, ahora con incluso amenazas a que los migrantes no tendrán permiso de residencia si no conocen perfectamente el catalán. Eso no es querer una lengua, sino imponerla artificialmente.
El caso es que un grupo de personas oriundas de fuera de la Comunitat Valenciana le pidió que les respondiera en castellano y el concejal para dar explicaciones sobre el tema #DANA se negó y siguió hablando en «valenciano», en este idioma artificial que se ha creado al que muchos denominan «catalenciano» ya que no se parece en nada al valenciano que conocemos de siempre.
«El concejal sacó el tema de la lengua y de su marginación por hablar en «valenciano» para así no rrsponder a las preguntas de sus conciudadanos»
Pero en un tema tan delicado como los efectos de la #DANA del pasado 29 de octubre, con miles de afectados aún sufriendo sus consecuencias no es de recibo que un «supuesto servidor público» utilice ese comodín para marginar y humillar a sus propios ciudadanos.
En seguida han salido urdes de ultranacionalistas de un lado y otro criticando lo sucedido, y se demuestra que el odio se ha impuesto en una sociedad valenciana polarizada con comentarios como «si vives aquí o aprendes valenciano o te largas», o los de la otra esfera de «todos somos españoles y debemos hablar sólo en español».
Estos radicalismos no llevan a nada y siempre el Pueblo Valenciano hemos sido un Pueblo integrados y acogedor a lo largo de los siglos, que los radicalismos no acaben con el «trellat (que no seny)» de los valencianos.
La batalla de la Lengua que nunca ha acabado
Artificialmente Zaplana cerró una guerra lingüística en falso y lo hizo plegado a los intereses de su partido y de sus propios intereses para seguir escalando posiciones en política con ese «Pacto del Majestic» al dictado del entonces independentista Jordi Pujol. Gracias a ello hoy tenemos una Loca Academia de la Lengua (sin nombre) y con dictámenes tan «científicos» como lo de la tilde en catalán del nombre de Val(è)ncia: «Se escribe con acento abierto pero se pronuncia cerrado»…
Una batalla que nunca se cerró y que de nuevo el PP y Vox han hecho aguas prometiendo integrar al sentir valenciano, al valencianismo cultural, cosa que aún no han cumplido, ni homologaciónd e títulos de Lo Rat Penat ni oficialización de les Normes d’El Puig.
El PSPV cuando llegó lo primero que hizo tras el Estatuto fue eliminar la oficialidad de Les Nomres d’El Puig o de la RACV en el que se publicó el primer Estatut d’Autonomía. El PP traicionó el valenciano y Vox lo ha acabado de rematar con sus incumplimientos. Y si hablamos de Compromís, está más preocupado en agradar y colaborar con los vecinos del Norte y sus ideales expansionistas que en defender lo propio… ¿Quién nos representa?. Juzguen ustedes.