Si esta semana y a comienzos de la cuarta ola de calor conocíamos que desde el Ayuntamiento de valencia ( propietario del edificio) se sigue permitiendo las irregularidades del Mercado Central y desde la entidad privada que lo gestiona se sigue jugando con la salud de los más de 1.000 trabajadores de las instalaciones, ahora conocemos otro escándalo en materia de seguridad.
La seguridad del Mercado otra asignatura pendiente
Si en el artículo anterior ya se constataba el total desprecio por la salud de los trabajadores del Mercado Central soportando temperaturas de hasta 36ºC en el interior del recinto y con una merma de clientes y de ventas a partir de las 12:00h, ahora conocemos una irregularidad más detectada por este diario y da cuenta de la total falta de diligencia de funcionarios municipales y de la Concejalía de Mercados. Los extintores obligatorios no han pasado la revisión obligatoria, que debió efectuarse en junio de este año. Dos meses más tarde la mayoría de extintores siguen sin ser revisados.
Extintores con la revisión caducada, extintores con una etiqueta sin ninguna fecha ni certificación de revisión ( otra irregularidad más) y extintores desaparecidos es el resumen de otro desprecio más por clientes y trabajadores.
Primero fue la salud de las personas con la que se juega cada día en un recinto municipal y ahora se ha descubierto que también se juega con su seguridad, sin atender a las normas de extinción de incendios, pero ha de revisarse todo el protocolo de seguridad.
Llama la atención que en el simulacro celebrado hace menos de un mes nadie se haya percatado de que los extintores están fuera de fecha
Hace un mes se hizo un paripé de simulacro, con el Mercado cerrado y donde su mayor logro” era el que tuvieron a una persona en silla de ruedas bajo la cúpula del Mercado Central, pero se olvidaron de decir que sólo hay un par de accesos adaptados, la puerta principal no lo está y que todas las puertas se cierran a las 15h por lo que en caso de emergencia, la salida se produce por el sótano.
¿Cómo se accede al sótano?
Pues una buena pregunta, a través de un montacargas en la zona de la Plaza del Mercado u otro en la zona de la entrada de la PLaza de Brujas, por cierto, en caso de incendio o emergencia, nunca es aconsejable utilizarlos. También hay unas escaleras muy empinadas, que la silla de ruedas no podrá utilizar…
¿Es un lugar cardioprotegido?NO
Pues parece que asís e vende el Mercado y su “excelente gestión” -permítanme la ironía-, porque haber hay un desfibrilador en el Mercado Central, pero el problema viene a partir de conocer su existencia.
El desfibrilador está encima de un armario en Atención al cliente, no accesible a cualquier persona, muy lejos de estar colgado en una pared, pero ahora viene el problema de quién lo sabe utilizar. La respuesta de los gestores del Mercado es que “existe un libro de instrucciones”
Nadie se imagina leer el libro de instrucciones mientras alguien está con el corazón en parada cardiorespiratoria, no existe tiempo para ello
La siguiente pregunta es más grave, el aparato está dentro de una mochila desde que se compró hace al menos 5 años, con lo que las baterías de todavía tener vida útil estarán descargadas. Nadie parece haber atendido a este problema, las baterías se agotan y hay que cambiarlas, y además de vez en cuando cargarlas nuevamente… Algo que no consta que nadie haga, con lo que es un desfibrilador que no sirve para nada
La enfermería inexistente
Antaño había una enfermería en el Mercado para tender urgencias, pero cuando se jubiló el sanitario se cerró. Hoy su lugar lo ocupa una sala de lactancia que muy poca gente utiliza, mientras que cada día en verano al menos hay 1 lipotimia que nadie atiende por falta de este servicio.
Cortes con cuchillos y maquinaria, caídas por suelo mojado en pescaderia, lipotimias por el exceso de calor, golpes de calor, golpes, traumatismos y diversos problemas nadie los atiende. la farmacia frente al Mercado Central se ha convertido en una sala de urgencias improvisada y al menos una ambulancia acude cada día al Mercado Central.
La Asociación La Cotorra exige responsabilidades a Catalá
Tras el escándalo de la falta del aire acondicionado, que se sigue sufriendo cada día, ahora el escándalo es la falta de seguridad. Catalá no puede dejar de mirar a otro lado ya que el Concejal de Fallas, Pirotecnia, Batalla de Flores, MercaValencia, Comercio y Mercados se ve está muy ocupado para atender estos asuntos. De hecho lleva 7 meses para responder a la petición urgente de reunión con esta nueva asociación de vendedores y trabajadores, y a pesar de las peticiones por registro de entrada, incluso la alcaldesa deriva las peticiones en un concejal que no responde.
Las irregularidades y los problemas se suceden y las polémicas aumentan cada día en una gestión muy mejorable y que ya numerosas voces han pedido al concejal ausente, a santiago Ballester, que actue y elimine la gestión privada para mejorar el día a día del Mercado, pero como siempre, Ballester está ausente, sólo encuentra tiempo para reuniones y fiestas con su amiga la gerente Cristina Oliete contratada por la asociación privada que lleva la gestión, por cierto, una concesión caducada hace años.
María José Catalá no puede seguir jugando con la vida y la salud de miles de clientes y trabajadores en un recinto municipal, trabaje y actúe de una vez alcaldesa, esto ya clama al cielo, quizá debiera empezar a pensar en que el cargo le viene grande a un concejal no preparado…antes de que ocurra una desgracia que la lleve a un banquillo, debemos de evitar una desgracia en el Mejor mercado y más grande de productos frescos de Valencia.
Los valencianos y los vendedores y trabajadores del Mercado Central no se merecen este completo desprecio de Catalá