Este año las Fiestas de Moros i Cristians de Ontinyent se han envuelto en polémica. A pesar de que su alcalde Jorge Rodríguez trate de acallar las críticas y tapar la polémica, existe.
El párroco de San Carlos d’Ontinyent ha lanzado un comunicado tras comprobar como una réplica de la Imagen del Santísimo Cristo de la Agonía sobre un carro en la embajada cristiana. En el comunicado asegura sentirse “contrariado”. El párroco asegura que como asesor religioso de los festeros nunca ha dado aprobación alguna para este hecho.
El párroco en el comunicado añade que “entiendo que no hubo mala fe, sí creo que procesionar su Imagen en la Entrada ha sido desacertado. No es ni el lugar ni el contexto para ello, sobre todo por el Misterio de fe que representa. La devoción al Santísimo Cristo tiene momentos de expresión pública que son únicos, como es el caso de la “Baixà”, la Procesión o la Subida de la Sagrada Imagen a Santa Ana. Todos ellos están perfectamente integrados en la Fiesta. El primer acto donde todos vemos con emoción transitar su Imagen por las calles de nuestra ciudad es la “Baixà” donde es recibido solemnemente y acompañado por el clero, autoridades, cargos, festeros, Llumeners, Anderos y fieles. Y así debe ser. No puede ni debe haber otro, así evitaremos confusiones que lleven a relativizar y restar solemnidad”.
“Además, la imagen del Santísimo Cristo nunca puede ser un medio para sostener, como ha sido el caso, un argumento de novela histórica elaborada por le Embajada, más cuando cabía la posibilidad de recurrir a otros elementos para mostrar de forma plástica lo que se pretendía transmitir”.
Para finalizar asegura que “en los actos donde salga la imagen, el protagonista debe ser él, todo ha de ser para mayor gloria del Bendito nombre Divino Salvador. Esto evidentemente no cabe en el desfile de la entrada, donde el protagonismo lo ocupan legítimamente los capitanes y demás cargos festeros”.
Para acabar pidiendo una reflexión sobre lo ocurrido para “que nunca más vuelva a pasar”. Una carta que firma como asesor religioso de los festeros y como párroco de San Carlos d’Ontinyent.
Por su parte los festeros a pesar de la polémica no han querido efectuar declaraciones y esperan a la Junta de gobierno para debatir sobre lo sucedido este año y sobre la polémica que no cesa. En fin, este año las Fiestas de Moros i Cristians d’Ontinyent serán recordadas por esta gran polémica con la Iglesia y que causa opiniones en muchos de los ciudadanos d’Ontinyent a favor y en contra, porque la opinión pública se encuentra muy dividida.