Ayer desde este mismo diario narramos cómo la noche del miércoles al jueves sobre las 4:45h de la madrugada la decena de estudiantes acampados en el Hall de entrada desde el pasado 5 de mayo rechazando la actitud de Israel en la Franja de Gaza pasaron a mayores, asaltando la facultad y expulsando a la seguridad del campus de la misma, y realizando barricadas en las puertas con el mobiliario de la facultad para impedir la entrada.
Ayer mismo el Decanato de la Facultad de Filosofía informaba a los alumnos, profesorado y personal, que el acceso al centro educativo era imposible y por tantos e suspendían las clases y cualquier actividad en el centro.
Por la mañana intentaron negociar con el Rector, pero en vista de que la negociación no llevó a sus frutos pidieron a compañeros que fueran a acompañarles al exterior del edificio y consiguieron decenas de ellos saltar la valla y ocupar igualmente la entrada y el jardín que da a Blasco Ibañez, realizando otra protesta.
Hubo un nuevo intento de negociación, pero acabó igual y en este caso fueron más de un centenar los alumnos que volvieron a la Facultad a protestar.
El edificio de la Facultad de Filosofía sigue ocupado y cerrado con barricadas en las puertas y hoy se ha vuelto a suspender cualquier actividad del centro educativo hasta el lunes.
¿Qué piden los manifestantes?
Los estudiantes encerrados en la facultad de Folosifía piden a la Universitat que no colabore con ninguna empresa israelí o que tenga tratos con el gobierno de Israel, y recuerdan los convenios de la Universitat de Valencia con este tipo de empresas. Igualmente piden una firme condena institucional a al actitud de Israel que tachan de genocidio, y piden a los compañeros de otras universidades se unan a las protestas y bloqueos a las empresas de Israel y a sus aliados.
Así, al menos esta semana durante dos días no habrán clases en el edificio a pocas semanas del inicio del período de exámenes finales, y el rectorado espera darse el fin de semana para solucionar el problema y espera el lunes poder volver a la normalidad, pero es una situación difícil y no hay muchas posibilidades que de cara al lunes la situación mejore, más bien al contrario, por lo que podemos encontrarnos con un conflicto que se alargue en el tiempo.
La facultad y la Universidad esperan que al pasar los días los estudiantes acampados depongan su actitud por cansancio acumulado, pero es como aferrarse a un clavo ardiendo, muy complicado.
La otra parte
Exsto ha generado tensión en redes sociales entre el alumnado, mucho del cual se queja a la propia universidad de que un grupo «han secuestrado el centro educativo» y esto impide tengan las últimas clases anteriores al período de exámenes, incluso han abierto brecha porque algunos califican la acción y se declaran abiertamente pro-israelies. La cuestión es que la política internacional ha entrado de lleno en la Universitat de Valéncia estudi general y amenaza con extenderse a otras universidades valencianas, además de que ya ha conseguido trastocar la vida universitaria de miles de estudiantes que ya se han visto afectados.
Todas las reivindicaciones, pacíficas, son legítimas, pero esto es una bomba de relojería que tiene en sus manos el rector de la Universitat de Valéncia, que espera que el fin de semana les de tiempo para reflexionar y negociar, ¿y si no es así?. El fin de semana lo dirá…