Esta misma semana conocimos la lista de sedes del Mundial que ha pasado el Consejo Superior de Deportes y la Real Federación Española de Fútbol para el Mundial de 2030, un mundial coorganizado junto con Portugal y Marruecos. Conocemos ya que la final se jugará en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid y sólo nos faltaba conocer las 13 sedes española donde se jugarán los partidos oficiales del mundial de fútbol.
Ser sede de un partido del mundial implica miles de aficionados de fuera de la ciudad que acuden a verlo, significa gasto en alojamiento, dietas, y normalmente acuden varias jornadas en un gasto que suele superar los 200€ por persona y día, por ello las ciudades pugnan por ser sede de uno o varios partidos de fútbol, con cobertura mediática y publicidad del lugar gratuita en medio mundo.
Son muchos los beneficios que pasarán de nuevo de largo de Valencia, así la tercera capital del estado se vuelve a quedar fuera de juego, y de nuevo ve pasar otro tren sin parada en la capital del Turia.
Los beneficios no son sólo para la ciudad que acoge un partido, ya que son miles los aficionados que acuden, llenando los hoteles, consumiendo en sus bares y haciendo turismo en localidades cercanas.
Un año perdido más
Si bien al conocerse la noticia el Ayuntamiento emitió un duro comunicado en el que dejaban patente su malestar y sugerían que desde el máximo organismo del fútbol español y desde las autoridades deportivas les habían asegurado otra cosa, deslizando sentirse defraudados, engañados, estafados, pero más lejos de la realidad el culebrón se ha extendido meses, incluso años.
Ahora hace un año que el socio de gobierno de Catalá se reunía con el Conseller de Cultura y Deportes, ahora ex-conseller, Vicente Barrera para analizar las posibilidades del mundial en Valencia y encaminar acciones para ser una de las sedes, fue justamente Juanma Badenas el que primero aseguró que se realizaría en Valencia, pero el tema de la precariedad del estadiod e futbol ha marcado este largo camino de este largo año.
Los dimes y diretes y los problemas entre la Generalitat Valenciana, el Ajuntament de Valencia y la dirección del Valencia Cf han marcado el calendario y ha acabado en tiempo de descuento.
Mientras desde el Ayuntamiento se aseguraba que aún quedaba tiempo, parece que desde la Federación de Fútbol ya se descartaba Mestalla como sede del Mundial hace semanas, aún así, Catalá lo utilizó como excusa para dar luz verde a las fichas urbanísticas del Valencia CF del actual Mestalla yd el nuevo Mestalla.
La Actuación territorial estratégica (ATE)
La ATE está más que caducada, tras más de 10 años paralizadas las obras y cumplidos todos los plazos y prórrogas, pero la Generalitat no ha iniciado otro expediente de nueva ATE, sin embargo hace una semana dio luz verde al proyecto y dejó la pelota en el tejado del Ajuntament de María José Catalá.
La Generalitat Valenciana podría haber realizado una nueva ATE y no lo ha hecho, habrá que preguntarse si el motivo es la desconfianza en el VCF, pero el Ayuntamiento de Catalá tampoco ha tenido una única voz, más bien cada partido tenía su posición, incluso sigue siendo ambigua y distinta entre los socios de gobierno, entre Catalá y Badenas.
Aún así, se ha optado por mantener los beneficios urbanísticos de los proyectos diseñados en esa ATE, sin ATE. Algo que podría incurrir en irregularidades manifiestas, pero que PP, PSPV y Compromís han dado por bueno.
El problema estaba encallado y era difícil de resolver, pero en un año de Catalá no se ha conseguido y se ha entrado en tiempo de descuento, pasado un año, eso de la herencia recibida suena a excusa barata.
Ahora perdido el mundial que se utilizó como excusa para las negociaciones exprés sólo queda el derecho al pataleo y ver si finalmente tendremos estadio algún día o sólo centro comercial terciario, que por cierto, el VCF ha vendido a un tercero para sacar beneficio…
Derecho al pataleo de María José Catalá
María José Catalá acudió ayer a la Generalitat Valencian en búsqueda de apoyo y encontró que la Generalitat envia un burofax para saber los criterios utilizados en la designación de las sedes del mundial, el bochorno es evidente y la vergüenza ajena nos invade a muchos, el derecho al pataleo. Parece que el equipo de Catalá ha engrasado su máquina de propaganda para evitar que arrecien las críticas contra la alcaldesa, pero es inevitable, ahora sólo queda el pataleo, y sólo un milagro traerá un partido oficial del Mundial de 2030 a valencia, Catalá lo sabe y por eso intenta dirigir el foco a terceros, pero al realidad es que Valencia ve pasar de nuevo otro tren sin parada, y la tercera capital de España se deberá conformar con la pedrea de acoger a alguna selección, como ya pasó en el Mundial del 1982 o como mucho algún partido amistoso anterior preparatorio…