La Unidad Medioambiental de la Policía Local de Valencia participó en el operativo
Una patrulla de la Comisaría de Proximidad de Exposición de la Policía Local de Valencia solicitó la colaboración de la Unidad Medioambiental, UMA el pasado jueves, 30 de enero, para intervenir en una vivienda de la calle Higueruelas, en el barrio de Orriols, en el marco de una operación policial conjunta entre la Policía Local de Valencia y la Policía Nacional por tener conocimiento de la presunta presencia de animales como gallos de pelea.
Al entrar en la vivienda los policías encontaron un perro de raza potencialmente peligrosa en un pésimo estado tanto de salud como de higiene, así como varios gallos adiestrados para la pelea. El perro estaba en un habitáculo pequeño lleno de excrementos y su estado denotaba que llevaba tiempo sin salir del recinto.
Además en los recipientes que había en el recinto no tenía ni comida ni agua. En la vivienda se identificó a cuatro personas, una de las cuales afirma ser la propietaria de los animales. Se identifica a las cuatro personas y al marido de la propietaria, que acudió durante la actuación.
En otra de las estancias encontraron 14 gallos, varios de los cuales presentaban heridas que indicaban que habían participado en peléas. Todos presentaban un estado de higiene deplorable. Junto a los gallos se encontraron utensilios para preparar, mutilar y curar las heridas de los gallos. Unos hechos que suponen la comisión de un presunto delito de maltrato animal, según fuentes de la Policía Local de Valencia
Una vez en el interior de la vivienda, los agentes escucharon ladridos provenientes de una habitación anexa, cuyo acceso estaba obstruido por una puerta y un pasillo lleno de restos de motocicletas, tableros y otros residuos.
Siete perros de raza son localizados en el garaje
Los agentes lograron acceder a dicha estancia, que se trataba del garaje de la casa y localizaron a otros siete perros de razas potencialmente peligrosas que se encontraban, al igual que el anterior, en unas pésimas condiciones físicas, psicológicas e higiénico-sanitarias.
Las paredes estaban manchadas de marcas de pata con excrementos, hechas por los propios animales al intentar salir del habitáculo. Algunos de ellos estaban enjaulados.
Los animales fueron llevados a dependencias municipales y se han realizado diligencias por la presunta comisión de diversos delitos de maltrato animal até la fiscalía de Medio Ambiente así como sendas actas por infracciones por tenencia de animales potencialmente peligrosos.