Las fiestas de la Ciudad de Valencia sufrirán una revolución con la llegada del concejal Santiago Ballester a la Concejalía de Cultura festiva. La Victoria del PPCV en las elecciones municipales anticipaba el intenso cambio en las fiestas de la Ciudad.
Valencia es una ciudad de fiestas y muchas de ellas se han sentido abandonadas por el Consistorio Municipal, relegadas mientras se aupaban fiestas de nueva creación como las Magas de Ribó o desfiles de nuevo cuño. Se ha relegado y marginado las fiestas tradicionales parea crear un modelo festivo más adecuado a los gustos de Compromís. Mientras los asesores calificaban las fallas como reminiscencias franquistas se potenciaban y subvencionaban sinsentidos como las Magas Republicanas, con un desfile con danzas precolombinas e iberoamericanas, y con una alto contenido político en un acto calificado como infantil.
Cambio de 180º en las Fiestas de Valencia
El concejal Santiago Ballester ha dejado entrever ya cuáles serán las líneas maestras de su concejalía de Cultura Festiva, que conlleva el cargo de Presidente de Junta Central Fallera.
La nueva directiva de Fuset tras la marcha de Galiana ha durado apenas 100 días. Santiago Ballester asegura que cambiará el 100% de la cúpula de Junta Central Fallera. Siendo Laura Mengó la única Fallera Mayor de Valencia de la historia que sea acompañada por tres concejales distintos en su reinado.
Santiago Ballester ex-presidente de Convento Jerusalén tiene sobrada experiencia en el mundo de las fallas al que conoce a la perfección y asegura que incentivará lo más rápido el Congreso Fallero pendiente.
Una de las grandes apuestas junto con la Generalitat Valenciana en manos de Carlos Mazón será dar contenido al edificio de Correos, aprovechando su centralidad y dedicarlo a las Fiestas.
Construir un monolito a los pirotécnicos en plena “catedral de la pólvora” ( plaza del Ayuntamiento) será otro de sus retos que quiere hacer realidad lo antes posible.
Cambio en las fiestas tradicionales
Aseguran fuentes del Partido Popular que las grandes reivindicaciones en materia de fiestas se verán realizadas. Así, la Real Senyera y su traslado del 9 d’Octubre volverá a entrar en la Catedral Metropolitana de Valencia para celebrar el Te Deum.
Recuperarán la Cruz de Mayo bajo el balcón municipal desaparecida los últimos años. Además trasladará el nacimiento otra vez a la Plaza del Ayuntamiento para recuperar el acto de la adoración de los Reyes Magos tras la cabalgata de reyes. Se va a replantear los personajes de nuevo cuño creados por Compromís para tratar de paganizar la fiesta como La Mensajera Catalina, o el señor carbón.
¿Y las magas de Ribó?
Fuentes del PP aseguran que no se prohibirán, pero se retirará de inmediato la subvención a la catalanista organizadora en manos de un dirigente de Compromís. “Se ha de permitir su celebración como un acto privado pero sin apoyo institucional y variando su recorrido a calles menos céntricas”.
Las otras fiestas de la Ciudad importante como la Semana Santa Marinera y los vicentinos esperan igualmente tiempos mejores tras los desplantes y problemas con el anterior consistorio municipal. Lo que sí veremos es la vuelta del alcalde o alcaldesa a los principales actos festivos de la Ciudad, como los organizados a la Mare de Deu dels Desamparats o las procesiones de la Ciudad.
Una nueva era en las fiestas del Cap i Casal que tratará de poner un rumbo 180º distinto al llevado por Compromís estos últimos 8 años. Pudiendo asistir en los próximos meses al renacer de la Cultura Festiva de Valencia. Con fiestas en sus horas bajas que volverán a tener el protagonismo perdido gracias a la marginación de consistorios pasados que las relegaban esperando su marginalidad. Ahora asistimos al renacer de las Fiestas de Valencia.