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Los agentes tuvieron que detener al hombre que tenía el animal, al negarse a entregarlo y forcejear con ellos.
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El reptil, de unos 20 años de edad aproximadamente, fue depositado en el Centro de Recuperación de Fauna ‘La Granja’ de El Saler.
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La Trachemys Scripta, también conocida como tortuga Jicotea o galápago de Florida, causa un grave daño al ecosistema y las especies autóctonas.
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El comercio y abandono de esta especie invasora, que entró en España como mascota en los años 80, está prohibido en toda la Unión Europea.
Es una tortuga que presenta un aspecto inofensivo y unas características manchas rojas en ambos lados de la cabeza, pero está considerada por la legislación medioambiental como una especie exótica invasora, que amenaza la diversidad biológica de la Comunitat Valenciana. Se trata de la conocida como tortuga Jicotea o galápago de Florida. Su nombre científico y en latín es Trachemys Scripta.
Precisamente un ejemplar de esta especie ha sido decomisado en aguas de la Malva-rosa por la Unidad de Playas de la Policía Local de Valencia. A media mañana de este martes, los agentes observaron a un hombre salir del agua con una tortuga en los brazos. La presencia del animal, de unos 30 centímetros de tamaño, llamó la atención de la unidad policial, ya que no es una especie habitual en nuestras aguas.
Los agentes interrogaron al hombre sobre la procedencia de la tortuga y éste les aseguró que la había recogido de la orilla para dársela de comer a sus perros. Los funcionarios de la Unidad de Playas le indicaron que se trataba de una tortuga Jicotea, una especie exótica invasora, y que por ello debían decomisarla. El poseedor del animal se negó a entregarlo, se resistió, y tras un forcejeo, fue detenido por un presunto delito de atentado contra un agente de la autoridad. El reptil, de unos 20 años de edad aproximadamente, fue depositado en el Centro de Recuperación de Fauna ‘La Granja’ de El Saler.
El galápago de Florida fue introducido en los años 80 desde Estados Unidos y en las siguientes décadas era habitual su venta en España como pequeña mascota para los niños. Como suele suceder, una vez crecen y aumentan de tamaño, estos animales exóticos son abandonados en las cercanías de playas, ríos y otras zonas húmedas, o directamente en los contenedores de basura.
Especie invasora de tortuga procedente de Florida
Tal como recoge la legislación estatal, europea y, en especial, el Decreto 213/2009, de 20 de noviembre, del Consell, por el que se aprueban medidas para el control de especies exóticas invasoras en la Comunitat Valenciana, la Trachemys Scripta es un auténtico peligro porque “modifica la estructura, la composición y el funcionamiento de algunos ecosistemas y compromete la viabilidad de especies autóctonas“. Por ello, está prohibido su comercio, tráfico y cesión, así como su liberación.
La tortuga Jicotea, según alerta el Ministerio de Transición Ecológica, “es una de las 100 especies exóticas invasoras más perjudiciales”. En tierras valencianas se reproduce con facilidad en zonas húmedas y en los suelos arcillosos de los campos de naranjos. Compite con los galápagos autóctonos ibéricos, ya que alcanza tallas superiores y una mayor reproducción, y se alimenta de plantas y todo tipo de pequeños vertebrados e invertebrados. Además de contribuir a la expansión de enfermedades y parásitos entre la fauna autóctona, el galápago de Florida es un vector potencial de salmonella sobre la salud humana.