Esta tarde se ha cumplido un mes de la tragedia que inundó más de 80 poblaciones valencianas, causando la muerte de 222 personas y siguen aún desaparecidas 4 personas. Además, el domingo en Massanassa murió un operario de TRAGSA mientras realizaba tareas de limpieza del Colege Lluís Vives al derrumbarse parte de un techado.
Los vecinos de poblaciones como Paiporta y Catarroja arrasadas por la inundación tras el salvaje desbordamiento del Barranco del Poyo se han unido junto al barranco que causó la tragedia para rendir homenaje a las 222 víctimas mortales y para recordar lo sucedido.
Velas y la presencia de centenares de vecinos que han llenado los puentes y márgenes del barranco de velas en recuerdo a los que se han ido, con mensajes como “nunca os olvidaremos”.
La situación tras un mes sigue siendo agónica
Los vecinos siguen indignados, ya que día tras día ven que las labores de limpieza avanzan muy lentamente, y tras un mes, siguen calles embarradas, garajes con coches en su interior, sótanos inundados.
La Diputació de Valéncia reconocía esta misma semana tener constancia de aún más de 1.400 sótanos y garajes inundados y con barro por limpiar.
Los vecinos y la propia Diputació de Valéncia exigen al Estado más medios y más efectivos y recuerdan el caso de Paiporta donde más de 5.000 niños siguen sin escolarizar tras un mes.
“El ejército se ha ido del Colegio y ahora sólo dos operarios de TRAGSA siguen con las labores de limpieza de todo un colegio”.
Muchos se preguntan dónde están los medios prometidos por el Estado y exigen celeridad en los trabajos de limpieza, porque la crisis sanitaria está a la orden del día en muchas poblaciones.
Muchas comunidades de propietarios han contratado a empresas para la limpieza de los garajes después de extraer los propios vecinos con ayuda de voluntarios el lodo acumulado, ya que muchos aseguran el ejército no ha llegado hasta sus viviendas, y se ha dedicado a limpiar zonas públicas.
Los problemas de las aguas negras siguen en muchas poblaciones, por una parte por la obstrucción debido al fango de las alcantarillas y en otros casos porque se rompieron las bajantes de las comunidades y desde hace un mes desaguan las aguas negras directamente sobre los garajes, foco de insalubridad.
Los vecinos desesperan tras este primer mes y ven que la pesadilla del fango nunca acaba por la lentitud de las instituciones y reclaman tras un mes más medios.